José Apezarena

Por qué Rajoy no es "un ciudadano más"

Mariano Rajoy tendrá que ir en persona a la Audiencia Nacional, para declarar como testigo sobre la financiación irregular de su partido.

Evidentemente, el mero hecho de comparecer ante un tribunal no es plato de buen gusto para nadie. Pero seguramente la preocupa bastante más la posibilidad de que se capten imágenes (si es que al final las hay, que está por ver) del presidente del Gobierno acudiendo al juzgado, porque en ese caso van ocupar muchas portadas. Incluso darán la vuelta al mundo.

Se entiende, por supuesto, que intentara ahorrarse el trago, y que Moncloa hubiera propuesto que lo hiciera por videoconferencia. No lo han aceptado dos de los tres magistrados de la sala, que han respondido citándole en persona, dada su condición, dicen, de "ciudadano español".

Cierto es que el argumento de su abogado para oponerse a la comparecencia, enfatizando los problemas logísticos y de seguridad que supondría el desplazamiento, resulta muy débil. Rajoy se pasa la vida trasladándose a un lado a otro con bastante normalidad, sin especiales problemas, y por tanto no debe haberlos para ir al juzgado.

Pero tampoco la respuesta de los magistrado parece muy seria. Primero, porque un presidente del Gobierno (quienquiera que sea que ostente el cargo) no es "un ciudadano más". Tiene obligaciones, ocupaciones singulares, una representación y un rango. Por eso, hasta se podría plantear la conveniencia de salvaguardar su imagen del desgaste que supone ir a testificar en persona: evitar la famosa pena de telediario.

Pero menos aún se sostiene el argumento de los jueces, diciendo que Rajoy es "un ciudadano español", porque todos son y somos "ciudadanos españoles". Y, aplicando razón tan simple, con tal antecedente a partir de ahora a nadie se le podría conceder la posibilidad de testificar por videoconferencia, puesto que todos somos ciudadanos.

La paradoja, ante la decisión del tribunal respecto a Rajoy, es que además existen decenas de casos y de personas a los que los jueces han concedido la posibilidad de no acudir en persona y de testificar mediante grabaciones. Personas de todo tipo, incluidos políticos tan destacados de Artur Mas y el propio Íñigo Errejón. ¿Por qué a unos sí y a otros no?

El problema es la diferencia de trato, los criterios distintos de los jueces. Unos vaivenes que causan en la ciudadanía sensación de inseguridad jurídica, la impresión de que con los jueces nunca se sabe qué puede pasar. Lo cual me parece peligroso.

Es más. Con esa concreta decisión sobre Rajoy no faltan quienes han empezado a afirmar que el sagrado principio de que todos somos iguales ante la ley no se ha aplicado en este caso.

 

Dicho todo lo cual, tampoco voy a escandalizarme demasiado por que el presidente testifique en el juzgado en persona. Y me parece bastante lógico que le pidan alguna explicación, porque lo que se está dirimiendo es la financiación de un partido que él presidía y preside. Normal que le pregunten. Normal que tenga que contestar. Faltaría más.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena



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