José Apezarena

Lo que comparten Pablo Iglesias y Donald Trump

Los populismos están de moda. A ese complejo y malamente definido fenómeno se atribuyen las últimas hecatombes políticas vividas aquí y allí.

A tal realidad se adjudican hechos tan relevantes, a la vez que distintos y distantes, como el auge de la ultraderecha en Francia y Austria, la victoria del Brexit en el Reino Unido, la derrota del referéndum de Colombia que iba a legalizar a las FARC, y ahora la inesperada nominación de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.

Aquí, en España, se pretende atribuir a la veta del populismo el nacimiento, auge y consolidación de Podemos, un partido surgido de los cientos de miles de indignados que salieron a la calle durante el 15 M.

Un paso más en esa dirección acaba de dar ahora la presidenta andaluza, Susana Díaz, quien ha equiparado al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con Podemos. "Quizás ambos beban de la misma fuente", aseguró ayer, durante la sesión de control al gobierno autonómico en el Parlamento Andaluz.

Y citó unas afirmaciones de Trump en el discurso del cierre de la campaña electoral: "Cuando escuché al candidato republicano diciendo que había que echar a la casta corrupta de las instituciones, esa música me sonó, a mí y a millones de españoles: es la música de Podemos".

De populismo había hablado antes la portavoz de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, quien vinculó el triunfo del "populismo" en Estados Unidos a los "incumplimientos" de la socialdemocracia, y lo relacionó con la posición del PSOE de "taponar" una salida progresista a la crisis en España.

Sin duda, definir qué es y en qué consiste el populismo constituye tarea difícil. Lo mismo que intentar adivinar por qué, en estos momentos, merece tanto éxito, en asuntos y países tan diversos.

John Carlin, en un artículo que ayer firmaba en El País, apunta una pista: el miedo. "En los tiempos que corren, crear miedo a base de mentiras, y después declarar que uno es el dueño de la solución para acabar con el miedo, es la fórmula electoral ganadora".

Ese parece haber sido el secreto de Donald Trump, aventar unos temores que ya existían. Y una sociedad atemorizada, algo en lo que apenas nadie había reparado, ha optado por él porque cree que les va a salvar

 

No me extrañaría nada que tácticas semejantes aparezcan detrás del proceso que ha llevado a Podemos al Congreso de los Diputados y le ha colocado como tercera fuerza del país, con posibilidad de ocupar el segundo lugar desbancando al PSOE, tal como pronosticó la última encuesta del CIS.

A lo mejor Donald Trump y Pablo Iglesias no están tan lejos. Si no en las ideas, por supuesto, sí en los trasfondos y en las tácticas: asustar, o al menos apoderarse de los miedos a base de magnificarlos, y presentarse después como salvadores.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena


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