José Apezarena

El dinero es nuestro, no suyo, señor Sánchez

Pedro Sánchez se dirige a un Falcon.
Pedro Sánchez se dirige a un Falcon.

“Es peligroso decir que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos”. Lo soltó el presidente del Gobierno durante el debate con Feijóo en el Senado.

Por lo visto, la alternativa que propone Pedro Sánchez es que debe estar en manos del Estado, puesto que son las dos opciones contrapuestas en el debate económico. Y esto último sí que me parece de verdad peligroso.

Una demostración de ese riesgo son los Presupuestos presentados para 2023, que recogen gastos generosos por todas partes, en la confianza de que habrá ingresos suficientes para costearlos. Sin seguridades.

El Gobierno ha entrado por la senda del dispendio, olvidándose, por ejemplo, de que somos un país con una deuda que supera en 1,5 veces el PIB. Alcanza un billón y medio de euros, que representan, más o menos, 30.000 euros de deuda para cada uno de los españoles, niños y ancianos incluidos.

Que el dinero, nuestro dinero, lo maneje el Estado sí que es peligroso, insisto. Sobre todo si lo hace sin control. O sin cabeza. Y a las pruebas me remito. Estos son algunos ejemplos, y solo unos cuantos, de cómo lo maneja.

Tenemos un Gobierno con veintidós ministerios, veintidós, el número más elevado de Europa con diferencia. ¿Para qué?

Sánchez gastará en 'políticas feministas' más de 20.000 millones. No es una cifra pequeña precisamente. Y luego criticarán los gastos de defensa.

El presidente y sus ministros acaban de subirse el sueldo un 4% para 2023. El del jefe del Gobierno pasa, de 86.542 euros a 90.010, es decir que el sueldo mensual ascenderá a 7.500 euros. El de las tres vicepresidentas pasa, de 81.341 a 84.600 euros, o sea un sueldo mensual de 7.050 euros, y los ministros del Gobierno verán aumentado su salario a 79.415 euros, lo que supone un sueldo de 6.617 euros.

Diputados y senadores se lo han subido un 3,5%, con lo que el presupuesto del Congreso crece un 10,78%, hasta los 110,4 millones, y el de la Cámara Baja, un 5,41%, hasta los 64,1 millones. El Congreso destinará 1,2 millones de euros para sustituir los móviles de los 350 diputados por modelos cuyos precios oscilan entre 900 y 1.800 euros.

 

El presidente del Gobierno va a gastar tres millones de euros más en asesores presidenciales. Gracias al aumento de presupuesto para 2023, podrá contratar otro medio centenar de consejeros. Y ya había batido su récord, con una legión de 383 asesores solo para él. La oficina del presidente ha reservado más de 20 millones de euros para ese partida.

Sánchez suma en su Gobierno 1.839 asesores y altos cargos, es decir, personal designado a dedo. Representan un 33% más que en junio de 2018, cuando llegó a La Moncloa.

A finales de 2021, los asesores eran 1.087, frente a los 718 del último Gobierno de Rajoy. O sea, 369 más, y un aumento del 52%. Es el máximo número registrado en un gobierno de la democracia

En cuanto a altos cargos, este 30 de junio había 752, frente a los 684 que se encontró Sánchez, con un aumento del 12%. Según Hacienda, el gasto en personal de confianza ha crecido un 53% en cuatro años.

Por no hablar de asuntos que pueden parecer pequeños y no lo son. El 29 de julio, el presidente del Gobierno utilizó un helicóptero AS-332 Super Puma, del Ala 48 del Ejército del Aire, para desplazarse 25,8 kilómetros, a la Base Aérea de Torrejón.

El aparato, que consume 600 litros de queroseno a la hora, despegó sin pasajeros de Cuatro Vientos para volar hasta La Moncloa, llevar a Sánchez a Torrejón, y después volver vacío a Cuatro Vientos. Un recorrido, según Google Maps, que en coche se cubre en 24 minutos por la A-2.

Una semana antes, usó el Super Puma y el Falcon 24 veces en 72 horas, para ir a hacerse fotos a las zonas afectadas por incendios forestales.

Por no hablar de esas caravanas presidenciales “a la americana”, formadas por decenas de vehículos desplazados al aeropuerto para recogerle.

Todo eso, y otros más que no da tiempo a reseñar, son gastos desorbitados. ¿Y de dónde sale el dinero? De nuestros bolsillos. Es nuestro dinero, y el Gobierno lo maneja con una alegría que encoge el ánimo. Eso sí es peligroso, y no que esté en nuestro bolsillos, porque es nuestro.

Aún se recuerda aquella frase famosa de la que fuera vicepresidenta, Carmen Calvo: “Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie”. ¡Uff!

Si es lo que cree Pedro Sánchez, hay que recordarle: el dinero tiene dueño. Es nuestro. No suyo, ni de su Gobierno.

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