José Apezarena

¡Pablo, si no te importa, aprieta tú!

Pablo Iglesias e Irene Montero.
Pablo Iglesias e Irene Montero.

Quim Torra hizo famoso el "apreteu" cuando, en plena escalada de asaltos, ocupaciones y cortes de carretera en Cataluña, se dirigió a los protagonistas, los comandos de los CDR, diciéndoles: "Apretad. Hacéis bien en apretar".

Por lo visto, lo ha aprendido Pablo Iglesias, que ha protagonizado una escena insólita. En su segunda reunión con las organizaciones agrarias, que están manifestándose por toda España, cortando carreteras y bloqueando ciudades con sus tractores, les transmitió este sorprendente mensaje: “¡Seguid apretando! ¡Qué tenéis toda la razón!”.

Que tal comentario proceda de un vicepresidente del Gobierno, tiene su aquel.

Porque se supone que, quienes se manifiestan, lo hacen 'contra' los que toman decisiones en este país, contra quienes lo gobiernan, que son los que deben arreglar los problemas. Uno de ellos el de los precios agrarios.

O sea, que se manifiestan contra Pablo Iglesias, entre otros. Salvo que Iglesias considere que en realidad él no forma parte del Gobierno.

Pero sobre todo choca porque los agricultores podrían responder al vice: "Si tenemos razón, como afirmas, haz algo tú, Pablo, que para eso eres vicepresidente".

Algo semejante a esto: "¡Pablo, si no te importa, aprieta tú!".  

La posición de Iglesias plantea otras derivadas incómodas. La primera, esta. ¿Con qué argumento los delegados del Gobierno, en las provincias afectadas por la huelga agraria, van a ordenar a las fuerzas del orden que restablezcan la normalidad, contra un colectivo que "tiene razón", y al que el vicepresidente segundo ha animado a seguir en la calle, "apretando".

La segunda. ¿Con qué ánimo van a actuar las fuerzas del orden, guardias civiles y policías nacionales, tras haber escuchado al vicepresidente? Si los manifestantes "tienen razón"...

 

Es que lo de formar parte de un Gobierno no se aprende solo. Lo de verse de pronto mandando en el país parece que no es para cualquiera. Es que, aquellos que se vean llamados a tal destino, deberían reflexionar sobre lo que son y que representan, y actuar en consecuencia.

Y, si no están dispuestos a renuncias juveniles, a adoptar comportamientos adecuados, si quieren seguir actuando como hasta aquí, si eso les cuesta mucho, entonces que renuncien a asumir una vicepresidencia o un ministerio.

Entre otras cosas porque, al formar parte del Gobierno, de alguna manera nos representan a todos. Y nos avergüenzan a todos.

También vienen a cuento las actuaciones de la ministra de Igualdad, Irene Montero, con sus performances y sus vídeos

Pienso que, no solamente tenemos ahora un Gobierno con "dos almas", es que en realidad tenemos "dos Gobiernos". Uno relativamente normal, ajustado, bastante en su sitio, integrado por los ministros procedentes del PSOE. Y el otro, el equipo de colegas reclutados desde Podemos.

A la vista de sus comportamientos, parece que estos últimos se han creído que son un Gobierno de colegio mayor.

Vuelvo a la ministra de Igualdad, recibiendo en el ministerio, de sus compis, una tarta de cumpleaños mientras en las imágenes se le ve con su niña en brazos. El problema no es la tarta, ni el "Cumpleaños feliz", sino que se tomen imágenes de vídeo, y se difundan desde el propio ministerio escenas de patio de vecinos o de asamblea de facultad.

Insisto en que parece un "Gobierno de colegio mayor". Con perdón de los colegios mayores.

Por cierto, que no le falta razón a alguno que ha comentado que, puestos a compartir las tareas del hogar, y por aquello de la igualdad, igual que Irene, Pablo tendría que llevarse la niña al despacho en días alternos, uno con mamá, otro con papá.

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