Pedro Sánchez necesita un San Cristóbal
San Cristóbal es recordado en las iglesias católica y ortodoxa como un mártir ejecutado durante el reinado del emperador romano Decio. Fue especialmente venerado en la Edad Media, y algunas iglesias y monasterios llevaban su nombre ya en el siglo VII. Grandes pinturas de San Cristóbal, con barba y cayado, pueden verse en los muros en casi todas las catedrales góticas españolas.
Cuenta la leyenda que Cristóbal, hombre alto y muy fuerte, se dedicaba a ayudar a la gente a cruzar un peligroso río en el que muchos perecían. Cuando ya llevaba un tiempo, un niño pequeño le pidió que lo pasara. Lo cargó al hombro, pero durante la travesía el río creció y el pequeño cada vez iba pesando más y más, hasta el punto de que Cristóbal temió no poder alcanzar la orilla.
Cuando finalmente llegó al otro lado, le dijo a la criatura: “Me has puesto en el mayor peligro. No creo ni que el mundo entero sea tan pesado en mis hombros como lo has sido tú”. El pequeño respondió: “Tú no sólo has tenido en tus hombros el peso del mundo, sino al Hombre que lo creó. Yo soy Cristo, tu Rey, a quien has servido en este oficio”. Y el niño desapareció.
El nombre de Cristóbal viene de Cristóforo, que significa eso mismo, “portador de Cristo”. Por esa leyenda, es patrono de los caminantes, de los viajeros, de los conductores, y singularmente de los camioneros.
Pues pienso que Pedro Sánchez va a necesitar un San Cristóbal, si no varios, para la travesía de esta legislatura, que ya ha empezado a pesar en la espalda y hasta puede que acabe hundiéndolo.
Lo que le ocurre es solamente fruto del atrevimiento de quien ha querido ser presidente del Gobierno con el apoyo de hasta una docena de partidos distintos, algunos de los cuales van a sacarle los hígados, políticamente hablando, a cambio de mantenerle en La Moncloa.
Y es que, aprovechándose de la coyuntura favorable, los socios están pasando a cobro algunas facturas políticas pendientes. Que se lo digan a Yolanda Díaz y a Félix Bolaños
Hasta ahora, los más beligerantes han demostrado ser Junts y Podemos, causantes inmediatos de los apuros que vivió ayer el Gobierno en sede parlamentaria. Y eso que Pedro Sánchez se ahorró algunos agobios, ausentándose del hemiciclo con la excusa de asistir a una reunión
Amargo comienzo para el nuevo Ejecutivo. El decreto 'ómnibus' salió adelante, salvado a última hora por Junts, Podemos tumbó el de la reforma de los subsidios de desempleo, y el decreto anticrisis se volverá a votar.
Como digo, Pedro Sánchez va a necesitar para aguantar en esta legislatura uno, o varios, San Cristóbal, pero no es tan seguro que logre cruzar el río.
editor@elconfidencialdigital.es
