José Apezarena

‘Rescatadores’, o cómo salvar ocho mil vidas

Asamblea de Madrid
Asamblea de Madrid

Acabo de pasar por delante de la clínica abortista Dator, en Madrid. En la acera de enfrente he visto a un grupo integrado por tres muchachas y dos muchachos, jóvenes todos ellos.

Una de las chicas mostraba el siguiente cartel: “Rezamos por ti y por tu bebé”. En efecto, varios de ellos estaban, por lo que entendí, rezando el rosario.

Son los llamados ‘rescatadores’. Equipos de voluntarios que acuden a la puerta de la clínica abortista para, en su caso, y si les quieren escuchar, explicar a las mujeres que entran en ella que para su problema existen otras soluciones, distintas de acabar con la vida de su hijo en gestación.

Lo comento a propósito de la noticia de que, este 28 de septiembre, declarado por algunos como día por un Aborto Legal Seguro, la Asamblea de Madrid ha aprobado retirar subvenciones públicas a entidades que “acosen a mujeres” “en los entornos de las clínicas de interrupción del embarazo”. O sea, a las puertas de clínicas abortistas.

La propuso Más Madrid, y recibió el apoyo de PSOE, Grupo Mixto y… Ciudadanos, que lo hizo después de conseguir introducir una enmienda a favor de la libertad de conciencia de los médicos. El voto en contra de PP y Vox no fue suficiente para frenar esa iniciativa.

Al mismo tiempo, la Comunidad de Madrid deriva (abona) 3,5 millones de euros al año a siete clínicas privadas que practican abortos, para “garantizar el aborto”

Según dijo Carolina Pulido, concejala de Más Madrid, "amparándose en la libertad de manifestación, reunión y expresión”, grupos antiderechos “insultan, coaccionan y tratan de impedir el acceso a las clínicas de las mujeres, vulnerando su derecho a la intimidad y a la integridad física y moral".

Por lo que sé, y por lo que he visto, los ‘rescatadores’ no insultan, no coaccionan, no tratan de impedir el acceso. Rezan, y explican, a quien desee escucharles, esas alternativas distintas a acabar con una vida. Desde luego, son bastante menos ruidosos que quienes se manifiestan en favor del aborto.

Hay decenas, cientos, de mujeres que hoy les agradecen una ayuda que les evitó tomar esa decisión. Y decenas y cientos de muchachos y muchachas que saben que viven gracias a aquel apoyo a su madre.

 

Pulido citó a la Asociación de Clínicas de Interrupción voluntaria del embarazo (ACAI), diciendo que, desde que se aprobó la ley de aborto de 2010, "más de 8.000 mujeres se han visto increpadas, insultadas, coaccionadas y amenazadas de algún modo, cuando ejercían el derecho a interrumpir su gestación en un centro sanitario".

Insisto en que no se practica la coacción ni la amenaza, entre otras cosas porque eso es motivo de denuncia y de castigo penal. Pero, si nos atenemos a la cifra de ACAI, podremos tal vez deducir que los ‘rescatadores’ han podido salvar 8.000 vidas. No es poco.

editor@elconfidencialdigital.com

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