José Apezarena

Salvar al colega Pablo Iglesias

Pablo Iglesias, en la sesión constitutiva del Congreso en enero de 2016.
Pablo Iglesias, en la sesión constitutiva del Congreso en enero de 2016.

Jamás se ha visto cosa igual. Que el político peor valorado del país, no coyunturalmente, sino ratificado por encuestas sucesivas, de pronto, de una tacada, pase a convertirse en el segundo más apreciado de los españoles, constituye, sin duda, un récord nunca conseguido antes.

Y que eso se haya conocido inmediatamente después de que ese dirigente político haya cosechado con su partido un rotundo fracaso electoral, perdiendo primero una treintena de diputados ,y después, en las elecciones autonómicas y locales, más de un millón de votos... causa un asombro máximo.

Estoy refiriéndome, por si no estaba siendo suficientemente claro, a Pablo Iglesias, secretario general de Podemos.

Ahora bien, cuando se reflexiona sobre lo ocurrido, y aparece por medio el ínclito José Félix Tezanos, con su discutido y discutible CIS, que es el que acaba de colocarle en segundo lugar en el podio de valoración, entonces las cosas parecen aclararse un tanto.

Dado que el Centro de Investigaciones Sociológicas trabaja al servicio directo de Ferraz y de La Moncloa, no está mal tirado pensar que lo ocurrido responde a un mandato imperativo del gran jefe. De Pedro Sánchez.

No creo que el disciplinado Tezanos haya trajinado las encuestas y colocado en segundo lugar a Pablo Iglesias sin contar con Sánchez. Un movimiento tan significativo, y además en estos delicados momentos, no cabe realizarlo al margen de la disciplina debida.

Así que la ascensión de Pablo Casado puede esconder detrás algo así como un caramelo al, en principio, futuro socio de gobierno. Un intento de salvarle, en la difícil circunstancia en la que hasta Ramón Espinar pide su cabeza.

Esconde, pues, una especie de premio de consolación, con el mensaje implícito de “mira lo que puedo hacer por ti si te portas bien”.

De todas formas, las encuestas sobre políticos más valorados merecen muy escasa credibilidad. No solo ahora, sino desde casi siempre. Baste recordar que, en el pasado, han aparecido en cabeza de tales sondeos personajes como el cordobés y comunista Julio Anguita, y como la presidenta abertzale de Navarra Uxue Barkos. ¡Que tiene mérito!

 

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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