José Apezarena

Alarma: se empieza a perder el País Vasco

El gobierno de coalición firmado por los socialistas vascos con el PNV, por el cual se integran en el ejecutivo regional y ostentarán tres carteras menores, ha sido analizado con alarma.

Por supuesto, en el propio PSOE, donde la actual dirección ha quedado con el culo al aire, dicho sea de forma desenfadada. O, en una expresión algo más fina, con el lipurdi al aire.

La sorpresa, el susto y la inquietud se han apoderado de los miembros de la gestora, y del resto del comité federal afecto a Susana Díaz, por el paso dado en el País Vasco, donde la rebelde Idoia Mendía ha asumido, por su cuenta y sin consultar, compromisos muy delicados. Como, por ejemplo, aceptar, con todos los matices que se quiera pero asumir, el término "nación". Y la reelaboración del Estatuto de Autonomía, entre otras cosas más.

La alarma se ha implantado igualmente entre no pocos analistas políticos, que han traído a la memoria lo que ocurrió con el PSC de Maragall, cuando se pasó al nacionalismo catalán con armas y bagajes, renegando así de la historia y tradiciones del socialismo español.

De aquella traición se derivó, por una parte, el declive dramático del partido en Cataluña, donde ha ido cosechando derrota tras derrota en los siguientes procesos electorales, hasta quedar casi como una formación irrelevante. Y, por otra, la desaparición de la barrera que el PSC había supuesto frente al nacionalismo beligerante, que, así, se ha apoderado casi absolutamente de la sociedad catalana, en la que ya apenas queda contrapeso.

El temor, en fin. es que el socialismo, que ha sido baluarte y muralla eficaz, repita ahora lo ocurrido en Cataluña. Es decir, que se provoque la desaparición de cualquier posible discrepancia de la doctrina nacionalista oficial sobre qué es España, qué es el País Vasco, y qué lugar ocupa y debe ocupar en el futuro en el conjunto de la nación española.

Las consecuencias de la renuncia del socialismo catalán han sido letales para el modo de entender España que se refleja en nuestra Constitución. Y su repetición en el País Vasco provocará una derrumbe semejante, agravado por el hecho de que serán ya dos los territorios en huída.
Salvo que el socialismo, a nivel estatal, esta vez sí reaccione.

El problema es que le coge en el peor momento de su historia. Y que no tiene liderazgos de verdad, porque quienes podrían asumirlos siguen escondidos, atados por la prudencia y el temor al fracaso.

editor@elconfidencialdigital.com
En Twitter @JoseApezarena


 
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