José Apezarena

Cifuentes, ten cuidado

Si a Cristina Cifuentes le hubieran pronosticado hace ahora un año que se encontraría donde hoy se halla, seguramente no lo habría creído. Tan espectacular es el salto político que ha protagonizado.

Convertida en candidata sorpresa a la Comunidad de Madrid, nominada por Mariano Rajoy para tratar de compensar el peso y la deriva ideológica de Esperanza Aguirre, incluyendo el objetivo de captar votos en los lugares que en su día votaban a Ruiz Gallardón, en aquellos momentos nadie daba un duro por sus posibilidades. La segura triunfadora era Aguirre.

A lo largo de la campaña, Cifuentes tuvo que tragarse la falta de colaboración, cuando no el boicot, de su compañera de target. Y algún desplante, como dejarla fuera de la planta primera del partido, en la calle Génova, durante la noche electoral.

El veredicto de las urnas, sin embargo, consagró a la candidata a la Comunidad, que incluso consiguió más votos que Aguirre en la propia ciudad, en Madrid capital. Y el pacto con Ciudadanos le ha convertido en presidenta. Ese es el salto.

Hoy, el viento parece soplar a favor de Cristina Cifuentes. Es una de las ‘baronesas’ regionales del PP, le van a dar el mando del partido en Madrid, y, sobre todo su figura ha aparecido precisamente en el momento en que el Partido Popular emprendía un proceso de búsqueda de caras nuevas, no quemadas políticamente y, en lo posible, más jóvenes.

Por todo eso, y parodiando a lo que se decía de Esperanza Aguirre, Cifuentes se ha convertido ya en la nueva lideresa del Partido Popular. Así se comprobó este fin de semana, en la Conferencia Política.

Bueno, pues es el momento de advertirle de que tenga mucho cuidado. En política, estar arriba constituye un riesgo grave. Por supuesto, ante la amenaza de los viejos enemigos, y en concreto del ‘aguirrismo’, que sigue teniendo un enorme poder en el aparato regional. Se atribuye a Esperanza Aguirre la siguiente frase: “Si la pobre Cristina cree que va a ser presidenta del PP de Madrid…”.

Pero, además, van a entrar en juego los envidiosos, los malintencionados, los trepas… y todos aquellos que consideren que sus aspiraciones, más o menos ocultas, pueden peligrar con la aparición de esa nueva estrella.

Y sus rivales no van a ser cualquiera, sino más bien las grandes figuras. Porque ella ha empezado a jugar en la primera división de la política, no en categorías inferiores como hasta aquí.

 

No se puede obviar que está ya planteada la sucesión de Mariano Rajoy, más pronto que tarde, y que en esa carrera hay ya varios caballos corriendo en el hipódromo. Personajes poderosos como Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal, Núñez Feijóo y alguno más, que van a ver en la nueva ‘lideresa’ un serio rival. Y la sucesión en la presidencia del PP y del Gobierno son palabras mayores.

Así que le van a vigilar, observar, analizar, desmenuzar, criticar… Van a filtrar a los medios especies y medias verdades, y, si pueden, le pondrán zancadillas.

Nada nuevo, en fin, pensando que estamos hablando de un partido y de la política. Pero a Cristina Cifuentes lo conviene tenerlo en cuenta. Lo dicho: que ande con cuidado.

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato