Del Cónclave y el “extra omnes” traducido como “fuera hombres”

Con el título ‘La Iglesia, el Papa y el fútbol’, escribí recientemente acerca de la imposibilidad de entender los asuntos de la Iglesia Católica si no se tiene en cuenta cuál es su realidad original. Es una comunidad de fieles fundada por Jesucristo, Hijo de Dios, a quien siguen millones de personas que profesan un conjunto de creencias a las que prestan su adhesión más profunda y vital, hasta el punto de dar incluso la vida por ellas.

Resulta, pues, imposible explicar lo que ocurre en la Iglesia sin esa visión de fondo. Y lo es incluso intentarlo, sin el mínimo de conocimientos básicos y elementales. En caso contrario, el riesgo consiste en decir y escribir cosas sin sentido, que lo único que provocan es desorientación del personal y, al final, desinformación.

Pongo un ejemplo de este domingo. El enviado especial de un periódico español de ámbito nacional a Roma para informar sobre la elección del nuevo Papa, itinerario que comienza este martes, trataba de explicar la dinámica de estos procesos. Y, al hablar del famoso ‘Extra omnes’, la frase ritual que se pronuncia en el momento de iniciar el cónclave y de cerrar las puertas a los ajenos, lo tradujo como ‘Fuera hombres’ (en lugar de ‘Todos fuera’ o ‘Fuera todos’ que es lo que se proclama en latín). Mal empezamos, en el caso de ese corresponsal.

Otro pequeño detalle, aunque este es una anécdota menor, que posiblemente se deba más a una errata que otra cosa. Un diario distinto ofreció una infografía explicando la vestimenta de los cardenales. Y en la enumeración citaba una prenda que rotuló como “Roqueta”. En realidad debería decir “Roquete”. Como digo, es asunto menor.

En fin, que me preocupa lo que vamos a ver, escuchar y leer estos próximos días provenientes de personas que posiblemente no están preparadas para el reto que afrontan. Ya lo hemos empezado a comprobar, pero me temo que el fenómeno se va a intensificar.

Leí días atrás días un artículo de Jorge Enrique Mújica titulado “De los cardenales, el Cónclave y el Super Bowl” en el que el autor denunciaba algo parecido: lamentaba que quienes cubren informativamente un evento de la magnitud del cónclave “sean, en su mayoría, analfabetos en cuestiones eclesiásticas”. Eran sus palabras, pero quizá algo exageradas.

Mújica venía a sostener que, igual que para retransmitir un partido de la Super Bowl es exigible un mínimo conocimiento del fútbol americano y de esa competición, lo mismo tendría que aplicarse a los asuntos de la Iglesia.

Algo que en tantos casos no se cumple, como acabo de contar con el enviado especial del ‘Extra omnes’ traducido por ‘Fuera hombres’. Habida cuenta de que los cardenales electores pertenecen al género masculino.

editor@elconfidencialdigital.com

 

Twitter: @JoseApezarena

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