Niños judíos en Cataluña
El comentario tiene su aquél. Y puede resultar excesivo, cuando no provocador. Pero, viniendo de donde viene, a lo mejor vale la pena darle una vuelta en cuenta y tratar de ver su fundamento real.
En un programa de la televisión gallega, Francisco Vázquez, ex embajador en el Vaticano y ex alcalde socialista de La Coruña, ha hablado del catalán en Cataluña. Tras comentar que la Constitución establece que “todos los españoles tienen el derecho y el deber de usar y conocer la lengua española”, y otorga a las comunidades con lengua propia el “derecho” de hacer lo propio, concluye que “en Cataluña se vulneran derechos ciudadanos con esa inmersión lingüística”.
Vázquez, que se define “socialdemócrata, católico y españolista”, contrapone la solidaridad que preside el ideario de su formación con la “deslealtad” que según él define la posición nacionalista, cuyo “único objetivo es lograr la independencia y crear un estado propio”.
Paco Vázquez, ahora habitual tertuliano de radio, opina que resulta inconcebible en una sociedad democrática que un niño sea castigado por “utilizar su lengua materna”.
Y aquí viene el comentario duro. Afirma que “no hay ninguna diferencia” entre “un judío con estrella amarilla perseguido por los nazis y un niño catalán castigado por hablar castellano en el patio del colegio”. “No hay diferencia, es una opresión”, afirma.
A mi parecer, el ex embajador ha entrado en un terreno muy peligroso. Más aún, considero que mentar a los nazis puede estar fuera de lugar. Pero, como digo, a lo mejor conviene reflexionarlo un poco más.
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