La hucha vacía de Patxi López
En estas correrías vacacionales por el Norte, he tenido oportunidad de escuchar a unas cuantas personas hablar sobre el actual lehendakari, el socialista Patxi López, y su gestión.
Lugar común en esos análisis es la convicción de que, cuando abandone el cargo (algo que, sin excepción, todos dan por cierto), va a dejar las arcas públicas vacías. No solamente exhaustas, sino con un enorme deuda para los que vengan detrás.
Mis interlocutores no acaban de entender la forma de administrar los dineros por parte de Patxi López, en el supuesto de que su proceder pueda llamarse eso, ‘administrar’.
Coinciden en estimar que ha ido gastando lo que no tiene y que, por tanto, si recibió una Administración ajustada, unas cuentas equilibradas, prácticamente sin deuda, va a dejar tal agujero que hipotecará al futuro gobierno por varios años.
Pero no es que haya gastado, dicho en pasado, sino que ahora lo sigue haciendo.
Les maravilla que, tal como están las finanzas regionales, ande presumiendo de que en el País Vasco no se van a aplicar los recortes indicados desde Madrid, por el Gobierno, para todas las Comunidades Autónoma. Por ejemplo, en materia sanitaria, medicamentos, etc.
No lo entienden, salvo en clave de ‘oposición ideológica’, es decir, del simple decir que no sólo porque quienes gobiernan son de otro partido, del PP. O sea, la oposición articulada desde ámbitos periféricos.
Por lo visto, el Partido Nacionalista Vasco, que previsiblemente conseguirá la “Lehendakaritza” en las elecciones de 2013, ya se ha hecho a la idea de que, ‘gracias’ a la errática gestión de Patxi López, le va a tocar administrar la miseria, porque encontrará deuda y gastos comprometidos para un montón de años.
Así que por aquí, en estas tierras, dan por fijo que el PNV tendrá que aplicar las mismas recetas amargas que viene dictando Artur Mas en Cataluña, con recortes dramáticos en servicios esenciales como la asistencia sanitaria.
Allá, en Cataluña fue la herencia de un tripartito encabezado por el PSC. Aquí será el plato envenenado que les deja el PSE. Y más en concreto Patxi López.
