Cállate tú y sé sumiso

Me ha llamado la atención la polvareda que se ha montado en nuestro país por la publicación de la edición española del libro de la periodista italiana Costanza Miriano, ‘Cásate y sé sumisa’.

Me pregunto cuántos se han leído el libro antes de declararlo anatema por, presuntamente, humillar a la mujer y favorecer la violencia de género. ¿Y eso en qué parte del libro se promueve? ¿Qué párrafo alimenta la resignación, la anulación de la propia voluntad? Yo se lo digo: en ningún sitio.

Pero hay que entenderlo. La mayoría de políticos, activistas y tertulianos apenas tienen tiempo de leer, tan enfrascados están en salir a la palestra a repartir certificados de buena o mala ciudadanía. Deben funcionar por clichés, argumentarios y tarjetitas con pensamientos escritos por otros. No encuentro otra explicación.

La autora del libro está perpleja. Fíjense: ha vendido –sin mayor polémica- 50.000 ejemplares de su obra en Italia. Que no pasa por ser, por cierto, un país muy condescendiente con la violencia de género, ni la sumisión femenina. Ahí está, por ejemplo, la inigualable Emma Bonino, que da veinte mil lecciones de feminismo y activismo político desde la izquierda a tantos y tantas en nuestro país.

Costanza Miriano ha declarado que su libro se inspira en el pensamiento de San Pablo, que invita al marido y a la mujer a someterse mutuamente, siempre con la misma dignidad. Además, aconseja: “fíate de tu marido, obedécele, haz un esfuerzo por ver lo bueno de lo que él dice y hace”. 

Pero hay más. La autora, que trabaja en la Radio Televisión Italiana y tiene cuatro hijos, anuncia la edición de un nuevo libro que ya tiene listo. Este va dirigido en exclusiva al varón y su título es toda una declaración de intenciones: “Cásate y da la vida por ella”.

Qué quieren que les diga. Yo aquí no veo a ninguna energúmena, pese a lo que diga la progresía fetén. Pero incluso admitiendo que se puede estar en desacuerdo con su forma de plantear las cosas, lo que más me preocupa es el tic totalitario que se esconde tras las reacciones que se han producido en España: el libro (que no ha sido leído) debe ser retirado; la fiscalía debe actuar de oficio...

Si no opinas como yo, a la cárcel. ¿Es eso? ¿Y eso no es otra forma de exigir sumisión? ¿Debe someterse Costanza Miriano sumisamente al pensamiento progre que considera que la mujer, en el matrimonio, debe comportarse así o asá?

Cada vez estoy más convencido de que aquí sólo se acepta el diálogo con los indiferentes, los escépticos o los cínicos.

Todo el que se atreva a defender sus propias convicciones (y éstas no sean ideas aprobadas explícitamente por los Popes de la izquierda) será perseguido implacablemente. Pasará a engrosar las filas de los enemigos del régimen, en calidad de reaccionario y subversivo que debe ser eliminado. Que actúe la fiscalía y el organismo censor. La consigna es acorralar y asfixiar. Hasta la sumisión: la tuya.

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