Y cuando Karmele Marchante despertó, ‘Sálvame’ todavía estaba ahí

No daba crédito. Lo acababa de decir. Allí, frente a la cámara, tan estupenda. Sin que se le cayera la cara de vergüenza. Indignada, dignísima. Fue entonces cuando Karmele Marchante espetó en directo a sus jefes, a los productores de ‘Sálvame’, aquello de: “No vale todo por la audiencia”.

El pasado 28 de diciembre yo estaba de vacaciones, pertrechado de Frenadoles, mantas, pañuelos, digiriendo un gripazo considerable junto a mis padres, frente al televisor. En la pantalla estaba ‘Sálvame’, que ese día suele celebrar el Día de los Inocentes con una encerrona a uno de sus colaboradores.

Esta vez le tocó a Karmele Marchante. Un chófer de pega la recogió ese día en su casa para acudir supuestamente a una importante reunión de directivos en Telecinco. Sin embargo, el viaje se convirtió en un infierno.

Paradas inoportunas, actuaciones desconcertantes, empujones, vueltas y revueltas… En un momento determinado, la colaboradora llegó a pensar, en pleno ataque de pánico, que la iban a secuestrar. Abrió la puerta en marcha en medio de la M-30 y apunto estuvo de protagonizar un grave incidente.

Esa tarde apareció en el plató completamente seria y estirada. Habló poco, fue muy escueta, como quien no quiere entrar al trapo sino dejar claro su malestar. Sólo quiso hacer un alegato de protesta y sus palabras fueron más o menos las siguientes:

-- “Cuando se hace una broma se tienen que calibrar los pros y los contras. Me gustaría saber qué hubiera pasado si me tiro del coche o si me da un ictus. Alguna autocrítica tendrá que hacer el que ha tramado todo esto. ¡No vale todo por la audiencia!”.

Tal cual. No invento nada. Ahí están los vídeos para corroborarlo.

Se dirigía, efectivamente, a los productores de La Fábrica de la Tele, que produce el programa y habían ideado la chanza. Como digo, yo no daba crédito.

¿Karmele Marchante asegurando que no todo vale por la audiencia? ¿Ella que decidió hace tantos años (‘Tómbola’, ‘A tu lado’, ‘Sálvame’) convertir en profesión este estilo de vida basado precisamente en lo contrario: en que la audiencia –convertida en sacrosanto canon- justifica prácticamente todo?

 

Alguno podrá pensar que soy un poco duro con la pobre Karmele. Pero insisto: ella optó hace muchos años por este tipo de vida. Ha llegado a profanar la memoria de su padre en televisión al que acusó que maltrato… por la audiencia y por dinero; no ha tenido inconveniente en describir su juguetitos sexuales en directo… por la audiencia y por dinero; ha llegado casi a las manos ante las cámaras con otras colaboradoras… por la audiencia y por dinero.

¿Y ahora se extraña de que los salvajes habitantes de esta procelosa selva en la que ha decidido vivir casi la devoren… por la audiencia y por dinero?

¿De qué se extraña Karmele? Incongruente no es lo que le han hecho. En eso estoy con Oscar Cornejo y Adrián Madrid (los directivos de La Fábrica de la Tele) y con Paolo Vasile, el consejero delegado de Telecinco que lleva años explicando que sólo rinde cuentas a la audiencia. Imagino las carcajadas de los tres ante la salida de la indignada colaboradora.

Por eso digo, parafraseando el relato hiperbreve de Augusto Monterroso, que cuando Karmele despierte, se dará cuenta de que ‘Sálvame’ y todo su circo todavía estarán ahí. Y mucho me temo que por muchos años.

Más en twitter: @javierfumero

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato