Tipos con traje y corbata en el comedor social
Algún día habrá que poner en valor lo que está haciendo Cáritas en España. Lo acaba de contar el vicesecretario para asuntos económicos de la Conferencia Episcopal Española, Fernando Giménez Barriocanal.
El índice de pobreza en España creció en 2011 entre un 1% y un 1,1%, mientras que Cáritas atendió a entre un 8% y un 9% más de personas. La Iglesia española ha decidido incrementar un 25% el dinero destinado a esta institución de ayuda y solidaridad, ante la crisis que está asolando nuestro país.
Barriocanal ha explicado que hay personas “con traje y corbata” que se están viendo obligados a ir diariamente a por alimento a los comedores parroquiales, a que les ayuden con el pago de la luz, a recibir atención primaria o, simplemente, a recibir consuelo porque están “desesperanzadas”.
En la organización, no dan abasto.
Murcia ha dado la voz de alarma. Hasta hace unos meses, el almacén de alimentos de Cáritas estaba repleto. Ahora, sus estanterías están prácticamente vacías.
Cáritas Diocesana ha pasado de atender en Zaragoza a 4.143 personas en 2007 a 9.000 en 2011. El Programa de Empleo de Cáritas en Extremadura benefició el año pasado a 2.000 personas: sólo en el último trimestre consiguieron trabajo en empresas más de 150.
En Madrid, el ir y venir de alimentos no cesa. La parroquia San Diego de Alcalá de Henares, por ejemplo, atiende regularmente a más de un centenar de familias necesitadas, la mayoría en paro.
Son sólo un puñado de datos y ejemplos, parciales, probablemente insuficientes. Pero es que esta ONG apenas se ‘vende’. No es fácil encontrar un elenco de sus logros, cifras sobre el fruto de su trabajo. Ni siquiera en su propia página web.
Me parece de justicia decirlo.
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