Un nuevo superhombre

Angelina Jolie se ha amputado ambos senos. De forma preventiva. La actriz de 37 años ha explicado en un artículo publicado en The New York Times y titulado ‘Mi elección médica’, que tomó la decisión tras conocer que era portadora de un gen defectuoso que aumentaba el riesgo de esta enfermedad.

Respeto absolutamente esta decisión, tan difícil y valiente, que la esposa de Brad Pitt ha explicado así: “Cuando supe cual era mi situación, me decidí a tomar la iniciativa y reducir al mínimo los riesgos tanto como fuera posible”.

Pero la noticia me anima a realizar una reflexión. Minimizar los riesgos es algo inteligente y loable pero, como casi todo en esta vida, esa actitud comporta un riesgo.

Esta sociedad que estamos conformando parece inmersa, en ocasiones, en una peligrosa carrera por encontrar la solución definitiva a todos los problemas de la humanidad. Parece como si alguien quisiera convencernos de que no somos limitados, ni finitos. La consecuencia es el nacimiento de ciertos planteamientos grotescos.

Un ejemplo:

-- LivesOn. Se trata de un servicio web que promete tuitear por ti incluso después de tu muerte. “Cuando tu corazón deje de latir, tú seguirás tuiteando”. Mediante el análisis de tus mensajes reales en vida, esta aplicación aprenderá tus aficiones, tendencias, gustos, inclinaciones… y hasta tu particular modo de expresión. En caso de muerte, seguirá ‘hablando’ por ti en la popular red social.

LivesOn utiliza algoritmos de inteligencia artificial que permiten examinar el comportamiento, los gustos y el estilo de escritura de cada usuario. Hasta lograr clonarlo de forma perfecta.

En uno de sus primeros tuits de lanzamiento, LivesOn proclamaba: “Dios no existe, los usuarios sí. Únete a la vida que hay después de la muerte”. Genial. Es el sueño dorado: vencer incluso a la muerte; lograr la inmortalidad… aunque sea de manera ilusoria.

Insisto. Remendar la propia naturaleza hasta donde sea posible es una intención loable y motor honorable para el progreso científico. Sin embargo, habrá que estar atentos a los excesos.

 

Friedrich Nietzsche ya habló de dar vida a un “superhombre”, liberado de límites y esclavitudes, capaz de generar un sistema de valores propio emanado de su original voluntad de poder.

Busquemos vencer los límites, liberarnos de las flaquezas y aflicciones. Pero sin perder de vista que erradicar completamente el sufrimiento de nuestras vidas es sencillamente imposible.

Lo contrario aumenta el dolor, nos incapacita de forma brutal para soportar la contradicción cuando ineludiblemente llega.

Más en twitter: @javierfumero

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