La estrategia de CaixaBank para ‘pacificar’ el ERE: hacer pedagogía con los sindicatos

CaixaBank va a desplegar una estrategia que permita negociar un ERE sin sobresaltos con los sindicatos. Ha decidido que no va a establecer plazos para llevar a cabo la reestructuración, se ha propuesto también hacer pedagogía con los trabajadores y la cúpula de la entidad se reserva una rebaja sustancial de la cifra de despidos para el tramo final de las negociaciones.

En la presentación de los resultados del ejercicio de 2018 de CaixaBank, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, aseguró que espera “pronto” una “solución satisfactoria” sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que está previsto que afecte a 2.157 empleados, más del 7% de la plantilla.

Gortázar manifestó que “se dejarán la piel” para alcanzar un acuerdo con los sindicatos y quiso dejar claro que “no se está contemplando en las negociaciones una rebaja en el sueldo de los trabajadores” que se queden en el banco.

Ni plazos, ni líneas rojas en la negociación

Así, Gonzalo Gortázar no quiso dar ni plazos ni una previsión del coste que supondrá para la entidad. “No estamos en situación de estimar los costes porque es parte del proceso de negociación, es prematuro”.

“Los plazos que nos gustaría es cerrarlo lo antes posible pero lógicamente en una negociación hay dos partes y queremos que nuestros representantes sindicales tengan tiempo para entender las medidas que estamos tomando”, deslizó.

Altos ejecutivos de CaixaBank, a los que ha tenido acceso Confidencial Digital, especifican en este sentido que el plan de Gortázar pasa por no establecer plazos concretos, ni líneas rojas que puedan enturbiar las negociaciones.

Considera que no es aconsejable un alto grado de tensión en las conversaciones. Tampoco son recomendables unas negociaciones con sobresaltos, ha argumentado el consejero delegado ante ejecutivos del banco, porque solo llevarían a establecer nuevas e inasumibles líneas rojas y a continuos órdagos por parte de los sindicatos.

Se reserva una rebaja de la cifra de despidos

Otra de las bazas para la negociación que se reserva la cúpula de CaixaBank es una rebaja sustancial del número de despidos para salvar el acuerdo si las posiciones llegan a enquistarse.

En diciembre, el banco anunció a los sindicatos que preparaba un plan de salidas que afectaría a 2.500 empelados. Realizó el cálculo en una reunión en la que los responsables de la entidad explicaron el plan estratégico para los próximos tres años a los representantes de los trabajadores.

Después, sin embargo, ha planteado un ERE de 2.157 personas. Así, CaixaBank está dispuesto ahora a rebajar esa cifra de despidos en el tramo final de las negociaciones. En la entidad se recuerda que normalmente en el comienzo de las conversaciones se anuncia un número de salidas, que luego suele quedar muy por debajo.

Fuentes de la dirección de CaixaBank recuerdan a ECD que la entidad planteó 3.000 despidos en 2013 y acabó ejecutando sólo 2.400. Hubo 4.000 solicitudes y muchas personas no pudieron salir.

Hacer pedagogía con los sindicatos

Además, la entidad se ha propuesto también hacer pedagogía con los sindicatos para hacerles entender que “la manera de hacer banca está cambiando”. Por lo tanto, la reestructuración de las plantillas resulta inevitable en este nuevo escenario.

La proliferación de plataformas tecnológicas permite a los clientes llevar a cabo la operativa del día a día sin necesidad de pisar su sucursal. La web y, más recientemente, las aplicaciones móviles han simplificado el proceso hasta el punto de hacer prescindibles a miles de empleados en las entidades financieras. Todo está hoy disponible a golpe de clic.

La digitalización ha llegado para quedarse. La irrupción de Internet ha cambiado por completo el ecosistema en el que se desenvuelven los principales bancos en todo el mundo. Es un cambio global que afecta a muchas industrias: los desembolsos en sistemas y automatización hacen que sean necesarios menos trabajadores en todos los sectores de la actividad económica.