Las familias más castigadas por la pandemia no tendrán que pagar la hipoteca hasta dentro de un año

Están identificados dos millones de afectados. El Gobierno aprobará una moratoria de tres meses que permitirá encadenar otro aplazamiento con los bancos hasta un máximo de doce mensualidades

Hasta doce meses más de aplazamiento en el pago de la hipoteca para las familias más castigadas por la pandemia. Es el plan del Gobierno para rescatar a los hogares que atraviesan graves dificultades económicas en el duro año que acaba de comenzar por la brutal caída de sus ingresos a causa de despidos, ERTEs o ceses de actividad.

El año ha comenzado contradiciendo las expectativas del Ejecutivo. La tercera ola del coronavirus es ya una realidad, la borrasca ‘Filomena’ ha golpeado la Península con dureza y la economía no apunta por ahora a una recuperación tan intensa como se esperaba.

El empeoramiento de la pandemia ha impactado con fuerza en la economía, de manera que en La Moncloa ya prevén “seis meses muy duros”, tal y cómo reveló esta semana el diario El Mundo, hasta que la vacunación se generalice. Algo que llegará como pronto en julio, fecha en la que, según el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya se habrá vacunado al 70% de la población: 33 millones de personas.

En el Gobierno son conscientes de que en ese momento ya será tarde para que España pueda experimentar un boom del turismo que compense los efectos desaceleradores -con respecto a lo previsto- que tendrá esta tercera ola. A medio plazo, el país “no volverá a ser una potencia turística”, reconocen en La Moncloa.

Una de las medidas del “escudo social”

Ante este panorama, el Ejecutivo de coalición tiene decidido dar luz verde a la prórroga de varias medidas que configuran el denominado “escudo social” aprobado para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia. Hay que recordar que la vigencia de buena parte de estos remedios termina el próximo 31 de enero.

Por lo pronto, el Ministerio de Economía tiene previsto ampliar hasta finales de marzo la posibilidad de acogerse a la moratoria de hipotecas y se amplificará la suspensión de las obligaciones derivadas de los contratos de crédito sin garantía hipotecaria, los llamados créditos al consumo.

Se reactivará así una de las medidas de alivio para miles de familias que perdieron ingresos a causa de los ERTEs o por cese de actividad. 

La protección de la moratoria legal impulsada por el Gobierno durante el primer estado de alarma fue ampliada desde julio hasta el pasado 30 de septiembre por los rebrotes del coronavirus y las frágiles expectativas económicas. Pero a partir de octubre quedó suspendida.

Un año sin tener que pagar la hipoteca

En lo relativo a las hipotecas, el Consejo de Ministros tiene previsto ahora aprobar el próximo martes la ampliación del plazo de solicitud de la moratoria, de forma que pueda requerirse hasta el 31 de marzo.

 

Se pretende que su funcionamiento sea secuencial con la prórroga que el propio sector bancario ha puesto en marcha (la moratoria sectorial). Así, la oficial se prolongará durante tres meses, a los que se le añadirán otros nueve meses de moratoria sectorial: en total, un año.

Las familias que cumplan con estos condicionantes y soliciten ambas prórrogas serán beneficiarias de una moratoria legal de tres meses (sin devengo de intereses), seguida de una moratoria sectorial de nueve (con devengo de intereses).

Cuatro requisitos de familia vulnerable

Según las fuentes consultadas por ECD, solo podrán optar a esta medida de alivio durante doce meses aquellos hogares que cumplan con los cuatro requisitos de vulnerabilidad decretados en su momento por el Ejecutivo, y que según el Ministerio de Economía se mantendrán en esta ampliación. 

Por un lado, el solicitante debe haberse quedado sin trabajo o, en el caso de ser empresario, acreditar una pérdida de ingresos superior al 40%. Además, su renta mensual debe estar por debajo del límite de tres veces el Iprem (unos 1.600 euros), los gastos destinados a la hipoteca y los suministros básicos deben igualar o superar al 35% de los ingresos y, por último, la carga hipotecaria debe haberse visto multiplicada por al menos 1,3 veces desde el inicio de la crisis.

El resto tendrá que negociar con el banco

Quienes no cumplan los cuatro requisitos citados tendrán que negociar con su entidad la concesión del plazo de nueve meses. Las condiciones estarán en ese caso menos tasadas que con la moratoria del Gobierno, lo que dará mayor libertad a las entidades para establecer sus propios criterios en las negociaciones con los hipotecados.

Cualquier ciudadano que no cumpla los requisitos de ser considerado vulnerable puede acudir a su entidad financiera y pedir la moratoria que han puesto en marcha las entidades y de la que ya se han beneficiado más de un millón de personas”, explican a ECD fuentes del Ejecutivo.

“En principio, las facilitaremos a las personas que habrían tenido derecho con las obligatorias, pero si nos viene un cliente que no cumple los requisitos y la pide, lo negociaremos. Al final, es una cuestión comercial”, asegura el portavoz de una entidad financiera.

“Cada banco hará moratorias bilaterales con sus clientes”, apuntan también desde otra entidad, “porque a nadie le conviene que el cliente deje de pagar”. “El problema es que algunos ya pactaron aplazar durante nueve meses el pago de la cuota de la hipoteca el pasado mes de septiembre, cuando venció la anterior moratoria oficial, y ahora en junio tendrán que renegociar”, avisan desde un banco.

Más de dos millones de hipotecas aplazadas

Hasta la fecha, según los datos actualizados por el Banco de España, cerca de 600.000 personas se han beneficiado de esta medida impulsada por el Ejecutivo a comienzos de la crisis sanitaria.

Además, según las cifras del supervisor financiero, los bancos habían concedido a cierre de noviembre algo más de 1,38 millones de moratorias, tanto de créditos hipotecarios como de consumo, con un saldo vivo pendiente de amortización de 54.451 millones de euros.

Estos hipotecados no cumplían los requisitos marcados por el Gobierno y tuvieron que recurrir a las moratorias sectoriales, impulsadas por las entidades privadas.

Por lo tanto, las cifras incluyen tanto las moratorias hipotecarias y las de préstamos sin garantía hipotecaria que aprobó el Gobierno en su plan de medidas para mitigar el impacto de la Covid-19, como los acuerdos de moratorias sectoriales de crédito alcanzados entre los bancos y sus clientes a través de las patronales financieras como medida complementaria a las moratorias legislativas del Ejecutivo. Así, alcanzan a casi dos millones de personas en este momento.

Una tercera ola fuera de las previsiones

Fuentes del Ejecutivo admiten a ECD que no esperaban un incremento de contagios tan acusado como el actual, aunque el portavoz gubernamental para la pandemia, Fernando Simón, considera que “el pico de la tercera ola está cercano, si no estamos ya en él”.

Por si fuera poco, a la desaceleración del cuarto trimestre, que ya anticipaba una menor pujanza de la esperada, el Ministerio de Economía suma ahora el impacto de las medidas restrictivas que han tomado las autonomías para contener la tercera ola, que va a suponer otro freno económico adicional. Y advierten: “Vienen meses muy duros”.

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