Eran cuatro unidades regaladas por Estados Unidos

Los “Guppy”, los submarinos de 90 metros que sí cabían en Cartagena

La Armada operó en los años 70 unos sumergibles norteamericanos de la II Guerra Mundial más largos que el muelle de atraque, como ocurrirá con el S-80

Varios 'Guppy' en las fosas de atraque de Cartagena.
Varios 'Guppy' en las fosas de atraque de Cartagena.

Una nueva polémica rodea a los submarinos S-80. La longitud de los buques es mayor que la fosa de atraque de Cartagena donde estarán amarrados una vez entren en servicio. Sin embargo, hace décadas la Armada ya vivió una situación semejante en los años 70. Quienes recuerdan aquello, aseguran que no hubo problemas.


La noticia que publicaba el diario El País llegó a ser la noticia más leída en el portal de la BBC. Incluso The New York Times se hizo eco. El nuevo submarino S-80 no cabe en su muelle de Cartagena. Y Defensa deberá ampliarlos. Unas tareas que supondrán un coste de 16 millones de euros.

Una nueva polémica que se suma a los sobrecostes, a los fallos de diseño que afectaban gravemente a su operatividad, al sistema de propulsión independiente de aire AIP que tantos quebraderos de cabeza ha dado al fabricante y a la Armada.

Según desgranaba El País la longitud de las fosas de atraque es de aproximadamente 78 metros de largo, mientras que el diseño del S-80 ‘arreglado’, la versión Plus, es de 80.1 metros. Unos diez metros más que lo previsto según el diseño inicial, que tuvo que alargarse para garantizar su estabilidad.

Defensa respondió posteriormente alegando que las tareas de ampliación del muelle estaban previstas desde hace una década. Deberá dragarse también para acoger los poco más de 6 metros de calado que tiene el S-80.

Los ‘Guppys’

Fuentes veteranas de la Armada española, con décadas de servicio en el arma submarina, explican a preguntas del Confidencial Digital la experiencia obtenida por la marina durante los años en que estuvieron activos los S-30 Clase Balao. Más conocidos como ‘Guppy’, en referencia al pez tropical.

Se trataba de medio centenar de submarinos construidos durante la Segunda Guerra Mundial y mejorados al finalizar la contienda, muchos de los cuales fueron prácticamente regalados por la US.Navy a la Armada española y argentina.

Los ‘Guppys’ entraron en servicio en España en 1971. Fueron en total cuatro unidades: el USS Ronquil, USS Picuda, USS Bang y USS Jallao, que fueron rebautizados como Isaac Peral (S-32), Narciso Monturiol (S-33), Cosme García (S-34) y Narciso Monturiol (S-35). En los años 80 fueron dados de baja con la llegada de los S-70 Clase Galerna.

13 metros más largo que el S80

La peculiaridad de estos cuatro buques era su eslora, de 94 metros de longitud. Trece metros más que lo que tendrán de eslora los S-80. Tal y como recuerdan las voces consultadas, estos buques pasaron buena parte de su servicio en los mismos muelles de Cartagena sobre los que ahora se ha puesto el foco de la polémica y “no hubo problemas. De hecho ni siquiera se solían amarrar hasta el final del foso, sino que se dejaba un espacio de unos cuantos metros.

“El objetivo de estos muelles es proteger a los submarinos de las condiciones del mar, y su situación resguardad cumple perfectamente el cometido” explican. “Las obras son necesarias más por el tema de calado que de eslora, y además habrá que instalar muchos sistemas que necesitarán estos submarinos para su mantenimiento” concluyen.

 


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