Los grandes almacenes tienen preparados ERE’s desde hace dos años, frenados de momento por la congelación salarial y aumento de jornada del último convenio
La crisis no perdona a nadie, tampoco a los grandes almacenes. Desde que la crisis arreció sobre el comercio, el sector tiene encima el fantasma de las regulaciones de empleo, según fuentes próximas a ANGED, la patronal del ramo. El convenio que se acaba de firmar, congelando salarios y aumentado la jornada, ha evitado in extremis llegar a esa situación.
La reducción de empleo podía alcanzar a todo el sector sin excepción, y desde hace dos años el borrador de un ERE está sobre la mesa de varias empresas. La caída de las ventas en un 35% y el brutal descenso de los márgenes (más del 50%) en los últimos cuatro años han puesto la caja de las grandes superficies contra las cuerdas.
El Gobierno no quiere
El Gobierno contempla con seria preocupación la posibilidad de esos ERE’s, y el ministerio de Trabajo ha aconsejado adoptar todas las medidas posibles antes de llegar a las regulaciones de empleo.
Un expediente de regulación de empleo en este sector tendría un efecto de imagen demoledor de cara a la confianza de los consumidores. Además, por leve que fuera afectaría a miles de personas ya que en este ramo se emplean 230.000 personas.
Un nuevo convenio
Hasta finales de 2012 el fantasma de los ERE ha estado sobrevolando amenazador. El clima laboral y sindical se enrarecía, una vez caducado el anterior convenio colectivo en noviembre del año pasado.
En esas condiciones la patronal ANGED y los sindicatos mayoritarios FETICO y FASGA, independientes, han acordado un escenario de flexibilidad interna en el nuevo convenio. La fórmula ha sido pactar: la congelación salarial sine die, hasta que las ventas se recuperen al nivel de 2010, el alargamiento de la jornada laboral anual en 26 horas para los trabajadores a tiempo completo, y la supresión de los pluses por trabajar los domingos.
Menos festivos al año
A partir de ahora todos los trabajadores de plantilla rotarán los domingos, de forma que trabajarán menos días festivos al año. El calendario de vacaciones pasará a ser trimestral en lugar de anual, y las empresas tendrán flexibilidad para acomodarlas a las temporadas de ventas.
Las empresas, según medios patronales, están agotando todas las medidas de ahorro de costes para evitar el tener que despedir.
En esa filosofía se incluye la refinanciación de la deuda bancaria, el alargamiento de la financiación de las compras, el fuerte abaratamiento de los precios de los proveedores, y la implementación de las marcas blancas. También se han ralentizado las nuevas inversiones, hasta que España no vuelva a crecer significativamente.
