Por qué el Líbano encandila a los soldados españoles

Soldados españoles en el Líbano.
Soldados españoles en el Líbano.

El Regimiento de infantería mecanizada Castilla 16 participa en estos momentos en la misión de la ONU en el Líbano de la que forman parte las Fuerzas Armadas españolas desde 2006.

El principal objetivo de la misión es evitar la escalada de tensión entre el Líbano e Israel, enfrentados desde hace décadas por el control del terreno. Para ello, los soldados españoles patrullan, tanto a pie como en vehículos blindados, la línea de separación entre ambos países.

El Castilla XVI llegó al Líbano el pasado 16 de noviembre. El grueso de la tropa se ha instalado en la base Miguel de Cervantes, cerca de Marjayún, donde se encuentra el Cuartel General del Este, liderado por España.

Bastantes miembros de este destacamento, que lleva ya dos semanas en tierra libanesa, pasaron antes por Irak, formando parte de la misión que Naciones Unidas tiene también abierta en Bagdad. El cambio es considerable.

El Chivato ha escuchado las opiniones de algunos soldados que, comparando los dos países, son tajantes: prefieren su nuevo destino en el Líbano sin ninguna duda. Las condiciones de la base de Irak era más precarias y las labores de adiestramiento a la tropa iraquí, mucho más complicadas. Pero hay más.

Los militares están extasiados con el país y no se andan con medias tintas: “como conozca a una libanesa, me quedo a vivir aquí”. Los quince días que llevan en el país árabe han sido suficientes para quedar encandilados: “estamos encantados con esta tierra”.

Aseguran que el Líbano coincide en muchos aspectos con España: el clima es muy similar, incluso más benigno; el sol predomina de modo absoluto en la meteorología y las temperaturas suaves son constantes, a pesar de lo avanzado del otoño.

Además, les ha gustado mucho la gastronomía típica del país, con productos muy parecidos a los que también se cultivan en España. Por ejemplo, el aceite. Tiene casi la misma calidad que el de Jaén, sostienen.

No sólo eso: los 13 kilómetros de costa que posee el Líbano es un eficaz atractivo turístico para la economía del país, algo que también ha gustado a los soldados españoles, que cada poco tiempo ven el mar Mediterráneo. Como colofón, la amabilidad de los libaneses y su generosa hospitalidad les ha terminado de desarmar.

 

En resumen: el Líbano ha encandilado a los soldados españoles. Tanto, que alguno empieza a bromear (muy en serio) con trasladarse a vivir definitivamente a Beirut.


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