Vótate a ti mismo

Recojo a un amigo en la habitación de un hotel. Se encuentra algo desesperanzado y desamorado, en situación de emergencia. Me pide ayuda. Yo no ando muy despejado. Me apoyo en mensajes que me llegan. “Usted está aquí”, dice un cartel de ayuda en caso de fuego. ¡Qué mejor! ¿Dónde estás?, le pregunto, ¿dónde quieres ir? Problemas económicos, familiares, personales, la salud, los hijos… ya, ya, y tú ¿dónde estás? Cuando vayas a votar irás donde estés empadronado, te reconocerán y confirmarán que eres tú. ¿A quién vas a votar para salir de esta crisis de tu vida?

                Salimos a la calle. Necesita un grito que le haga reaccionar y los anuncios de las marquesinas me van susurrando. “Rebélate” (IU). Está claro, tío, es el momento adecuado para rebelarte. ¿Qué haces ahí sometido? Basta ya de bailar la música que tocan. Ya está bien de seguir el ritmo comodón de tus pareceres cortos de miras.

                Necesitas otra cosa. “Súmate al cambio” (PP). Ya conoces la historia de Steve Jobs, si no cambias te arrastra la corriente. Haz como él. Defendía lo que le importaba en la vida. Esta situación tan difícil en la que estás te ayuda a dejar lo accesorio y quedarte con lo esencial. Lucha con la cabeza, piensa con el corazón. ¡Ya está bien, hombre! “Pelea por lo que quieres” (PSOE). ¿A qué esperas? ¿Qué más tiene que pasar? Le cuento un anuncio de Apple con la voz de Jobs animando a cambiar el mundo.

                Bajamos al Metro. Seguimos nuestra conversación. Parece que reflexiona. Pero ¿tú crees que lo que me pasa es importante? Pues claro. Es nítido. “No te saltes las señales. Elige vivir” (Ministerio de Sanidad). Elige vivir cada día. ¿A quién vas a hacer sonreír o disfrutar hoy? ¿Llevas el corazón encendido cuando te levantas de la cama? Parece que tratas a tus familiares y amigos como si fueran contactos de facebook. ¿Qué más señales necesitas?

                Es que… no sé si puedo estar a la altura. Mira “nos gusta cómo te mueves” (Metro), todos te lo hemos dicho y si elijes bien la dirección del movimiento se empiezan a armonizar las cosas. Nos preocupa mucho que se nos “vaya la cabeza”, me preguntas como psiquiatra, y no nos importa tanto que se nos “vaya el corazón”. A los primeros los estigmatizamos y a los segundos les “echamos” de comer en la tele.

                Mira, se acercan las elecciones. Tú que eres tan crítico con los políticos, critícate como haces con ellos, pídete la misma coherencia, exígete llegar hasta el final, no permitas que la corrupción entre en tus filas. ¿No te habías comprometido? Pues entonces. “Cada voto vale” (UPyD) Lo que tú hagas no es indiferente. Cada día eliges, cada instante votas. ¿Por quién votas? ¿A quién eliges?

                Entramos en una bar y Amaia Montero nos recuerda en su canción Caminando algo tan sabido “que no es cierto esto que cuentan / tanto tienes tanto vales / que no importa cuánto caigas /lo más grande es levantarse”.

                Durante todo nuestro paseo ha consultado decenas de veces su teléfono móvil para responder mensajes, “guasaps” y mostrarme aplicaciones varias. Le recuerdo un breve pasaje de El Principito por si le ayuda: “Buenos días, dijo el Principito. - Buenos días, dijo el vendedor. Era un vendedor de píldoras perfeccionadas que apagaban la sed: tomando una por semana ya no se experimentaba la necesidad de beber. / ¿Por qué vendes esas píldoras?, preguntó el Principito. / Es un gran ahorro de tiempo. Los expertos han hecho sus cálculos: se ahorran 53 minutos por semana./ ¿Y qué se hace con esos 53 minutos?/ Se hace lo que se quiere./ Yo, se dijo el Principito, si tuviera 53 minutos libres, caminaría despacio hacia una fuente...

                Muchas gracias por el paseo. Ya nos veremos. No sé a quién votaré el domingo. Vótate a ti mismo, le digo. Rebélate, súmate al cambio y pelea por lo que quieres. Vota por ti y aprovecha esos 53 minutos. 

 
Comentarios