Kit de supervivencia para la EvAU

Selectividad 2020 en Málaga
Selectividad 2020 en Málaga

Las cosas más sencillas suelen ser las más útiles y valiosas en la vida, pero, muchas veces, nos empeñamos en complicar (-nos) la existencia, pensando que a mayor complejidad, mayor valor o mayor eficacia o mayor glamour, o mayor… ¡qué sé yo! No siempre es así, más bien al contrario.

¿Qué necesitas para sobrevivir a una situación de mucha tensión y estrés como son los exámenes de la EvAU? Pues todo lo que necesitas va contigo, “lo llevas puesto”, es fácil acceder a ello, es gratis o casi gratis… ¡No hay excusas! Prepara y, sobre todo, usa tu Kit Básico de Supervivencia para la EvAU.

PREPARA “LOS APEROS”. No dejes en manos de los pequeños detalles el poder de arruinarte la jornada o de ponerte nervioso innecesariamente. Piensa y prepara: documentación prescriptiva, material necesario, medio de transporte a usar o ruta a seguir, horario de exámenes, agua y tentempiés, útiles de higiene personal… Lo que necesita cualquiera que vaya a hacer la EvAU y lo que necesitas tú, personalmente, con tus peculiaridades.

DUERME. El cerebro se “resetea” por la noche mientras se duerme y si el sueño es reparador. Es un espejismo pensar que tras una noche sin pegar ojo, en la que has estado estudiando hasta el último minuto, vas a rendir más. No es cierto. Tu cerebro está fatigado, no pensarás con claridad, te costará ordenar las ideas, tendrás fallos de memoria y despistes “tontos”. Duerme las horas habituales y necesarias (7 u 8) e intenta que el sueño sea de calidad. Nada de apuntes, últimos repasos o “voy a mirarlo por última vez y ya” antes de dormir. Busca un distractor que te relaje y calme, previo a meterte en la cama.

RESPIRA. Si sientes que un nudo se ata en tu estómago o se desata y se expande por todo tu pecho, respira. Respira de forma consciente, suavemente, sin forzar, haciendo “real” cada inhalación y cada exhalación. Aíslate del entorno, cierra los ojos, ánclate en tu respiración, sé consciente de ella, sólo estás tú y ella, sólo es importante el segundo presente, el instante en que respiras.

FLUYE MENTALMENTE. Distrae al “mono saltarín” que es tu mente. Ella va de un lado a otro, enlaza pensamientos, te arrastra de este tema a aquel… y, en momentos de tensión, te hace entrar en la espiral de lo negativo, de lo catastrófico, de lo angustiante… Distráela, domina la situación, tú eres más que tus pensamientos. No es cierto que la mente puede pensar en dos cosas a la vez, por lo que, ante pensamientos que no te gustan, cambia de clavija. Y si no puedes controlar ese universo de cosas que vienen y van en tu cabeza, acógelas con amabilidad y déjalas ir, también con amabilidad. No te aferres a ellas, no ahondes en ellas, no las alimentes.

FLUYE EMOCIONALMENTE. Los estados emocionales son muy contagiosos. Usa “mascarilla y gel hidroalcohólico emocionales” para protegerte de las que hay en el ambiente: nerviosismo, histerismo, ansiedad… No dejes que lo que invade al grupo de amigos o compañeros se haga con tu territorio. Si no puedes evitar su influjo, sepárate físicamente. Busca espacios y personas sosegadas, realistas: en alerta ante una situación de tensión, expectantes, pero no “secuestrados emocionalmente” por la situación.

COME y BEBE. Aliméntate con equilibrio y moderación. Ni pases hambre ni vayas “hinchado”, ni exceso de sal que te deje sediento, ni exceso de azúcar que te altere y ponga nervioso… Comer poco y cada poco tiempo para que tu cerebro recibe energía. Que tu estómago te acompañe y ayude en la aventura, pero que no sea foco de atención. Y muy bien hidratado. ¿Lo mejor? Ya lo sabes, el agua.

VISUALIZA. La prehistoria ocupa, en el tiempo, siete veces más que el resto de la historia y sin embargo, sabemos muy poco de ella. Visualicemos, por un momento, el arte de las cuevas prehistóricas: los bisontes, los hombres cazando, las lanzas... Hay hipótesis, más o menos arriesgadas, que dicen que lo que hizo posible esos dibujos fue la necesidad de ver la cacería antes de que ocurriera, de plasmar lo que aquellos hombres deseaban que ocurriera. Ya hace más de 10.000 años algunos de nuestros antepasados comprendieron que la visión de futuro conduce al éxito. Así, la primera premisa para conseguir lo que queremos es saber qué queremos y qué horizonte nos hemos marcado. La diferencia entre los buenos y los no tan buenos estudiantes no se basa en el nivel intelectual o social, sino en su perspectiva de futuro. Los buenos alumnos se plantean su futuro y creen que hay relación entre lo que desean y lo que va a suceder. Ya sabemos lo que le dijo el gato de la eterna sonrisa a Alicia, la del país de las maravillas: “Si no sabes a dónde vas, ningún camino te llevará allí”.  Visualiza tu éxito en la EvAU, está a un paso más, no tan inalcanzable como lo pintan. Visualízate terminando esta etapa y accediendo a lo que deseas o decidiendo qué es lo que deseas. Visualiza que todo va a ir bien. Este es el último paso después de haber estudiado, trabajado y perseverado y aplicado todos los demás elementos de este Kit.

 

Te deseo y visualizo para ti, una gran travesía. ¡No olvides el Kit de Supervivencia!

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