Un Tribunal Constitucional más confiable

El 28 de junio de 2010, el Tribunal Constitucional admitió la constitucionalidad del Estatuto catalán, mediante una discutida sentencia, adoptada por seis votos contra cuatro, en la que, por un lado aceptaba la mayor parte de su contenido, pero, por otra, anulaba catorce artículos.

El fallo mantenía, no obstante, la definición de Cataluña como nación, uno de los puntos más conflictivos, si bien advirtiendo de su falta de eficacia jurídica interpretativa porque aparecía en el preámbulo y no en el texto normativo.

En los tiempos en que se produjo la sentencia, desde algunos ámbitos políticos se acusaba al alto tribunal de veleidades autonomistas, de inclinarse más habitualmente por la línea descentralizadora y aun disgregadora de España, como resultado y consecuencia de las posiciones de algunos de sus magistrados.

Ayer, el pleno del Tribunal Constitucional admitió a trámite la impugnación del Gobierno contra la declaración soberanista del Parlamento catalán aprobada en enero, lo que, de entrada, causa la suspensión. La decisión definitiva sobre la constitucionalidad se tomará más adelante.

La propuesta suspendida habla del pueblo catalán como “sujeto político y jurídico soberano”, lo que fue calificado por la Abogacía del Estado en su recurso como “desafío abierto contra la Constitución”, argumentando que “sólo una decisión de la soberanía del pueblo español podría reconocer de manera constitucionalmente válida la soberanía del pueblo de Cataluña”.

La admisión de la impugnación ahora, y por tanto la suspensión automática de la declaración del Parlament, podría interpretarse como el anuncio de un cambio de tendencia en el Tribunal Constitucional, rectificando la supuesta deriva autonomista-nacionalista del pasado. Ya se verá.

Pero lo que sí va a ocurrir es que el fallo definitivo va a corresponder a ‘otro’ Tribunal Constitucional: el que saldrá de las renovaciones de magistrados ya producidas más las que están pendientes a corto plazo.

Y hay que esperar, incluso desear, que ese nuevo TC resulte algo más confiable que el que hemos tenido (sufrido) estos últimos años.

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Twitter: @JoseApezarena

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