Wikileaks, la mafia rusa y cómo poner a un fiscal en la diana

Como parte del material divulgado esta semana, el jueves, El País se hacía eco de una comunicación de la Embajada de Estados Unidos en Madrid que revelaba la existencia de una reunión de españoles, miembros de la Fiscalía, con fiscales y expertos norteamericanos para tratar de la lucha contra las mafias rusas, o mafias del Este (aunque en realidad el problema se centra sobre todo en las primeras).

Y el tenor de estas informaciones ha preocupado, y mucho, a las autoridades nacionales.

La segunda amenaza más grave

Hablar de la mafia rusa no constituye asunto baladí, ni mucho menos. Hay que explicar que, entre quienes en España tienen la responsabilidad máxima de la lucha contra la delincuencia, la mafia rusa está considerada la segunda gran amenaza para este país, solamente por detrás del terrorismo islámico. Por su peligrosidad máxima, pero también porque entre nosotros se halla muy metida, bien capitalizada, bien instalada.

Es tan importante el riesgo, que un destacado sector de la Fiscalía Anticorrupción se encuentra dedicado específicamente a combatir tales organizaciones de delincuencia.

Estos fiscales,  que han ido reuniendo información muy relevante sobre los mafiosos, mantienen contactos con otros países, algunos de los cuales, como es el caso de Estados Unidos, solicitan la formación de equipos conjuntos precisamente para intercambiar informaciones y compartir vías exitosas de trabajo.

Reunión ‘secreta’

Este tipo de reuniones, que no eran conocidas, es lo que acaba de desvelarse a través de los documentos de Wikileaks publicados en España. Con el añadió de que, para darles un poco de morbo periodístico, se ha recalcado su condición de ‘secretas’.

Y se ha especificado que en esas conversaciones, precisamente por su condición de reservadas, se ha expresado el convencimiento de que existen vinculaciones entre las mafias y los servicios secretos rusos, e incluso con instituciones del Estado. Un asunto de enorme calado, como puede verse.

 

Ahora, ese dato, es decir las sospechas, que tienen fundamento serio porque proceden de laboriosas investigaciones, lo conocen también los propios servicios secretos y ciertas autoridades rusas, además de las mafias. Así que, ayudar, no va a ayudar mucho en la pelea contra el crimen organizado.

Un fiscal en la diana

Y, por los titulares y por la lectura de los documentos publicados, algunos podrían deducir que España, los fiscales españoles, son poco menos que un ‘brazo justiciero’ al servicio de Estados Unidos. Una conclusión que, aparte de incierta, resulta evidentemente muy delicada.

Pero es que, a más a más, la información suministrada ha dado el nombre concreto de uno de los fiscales que figura en la vanguardia de la lucha contra las mafias. Resulta que ya de por sí está muy amenazado, y que ha habido intervenciones telefónicas a capos rusos en las que se ha escuchado: “Vamos a acabar con él”.

Con lo que el fiscal español ha sido colocado, más que nunca, en la diana. No hay que olvidar que recientemente fue asesinado en Alemania un colega.

Todo esto ha provocado perplejidad e incertidumbre en el resto de fiscales. Hay como digo, inquietud, cuando no claro malestar, entre las autoridades.

La criminalidad es internacional

Resulta evidente, pero hay que recordar que la criminalidad es hoy internacional. Rebasa cualquier frontera geográfica. Y, por tanto, para combatirla hace falta cooperación internacional. En ello se está trabajando desde hace años, con los fiscales en primera línea.

Por eso existen contactos, reuniones, intercambios, como el reseñado en Wikileaks, para los que, sin embargo, la reserva sería la mejor ayuda. Y eso explica también que España cuente con magistrados de enlace con Marruecos para el terrorismo islámico, con Francia e Italia para la lucha contra ETA, en América del Sur para el narcotráfico… Y que haya convenios de colaboración judicial con países como Estados Unidos.

La Justicia, en entredicho

También preocupa en los ámbitos judiciales que, de la lectura de las informaciones publicadas estos días sobre fiscales y jueces españoles, procedente de los datos parciales suministrados por Wikileaks, los ciudadanos puedan sacar la impresión de que instituciones básicas como la Justicia, el Ministerio Fiscal, están al servicio de intereses extranjeros.

Y eso, a partir de una información confidencial seleccionada, de fuente extranjera, parcial e interesada, seleccionada de nuevo por el periódico, y sin que a los ámbitos afectados se les haya previamente dado la oportunidad de conocer con tiempo aquellas revelaciones que teóricamente les afectaban, despojados por tanto de cualquier posibilidad de explicar, matizar, o en su caso completar.

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