Un viejo complejo que arrastramos desde el franquismo

Que si el New York Times afirma, que si el Telegraph escribe, que si Le Monde opina, que si Reuters, The Guardian, Die Welt…

Hemos vuelto a un viejo atavismo, que tendríamos que haber superado, que es estar pendientes de lo que dicen de nosotros, de nuestras cosas, de España, en “la prensa internacional”.

Y casi cada día nos flagelamos recogiendo y magnificando la opinión de un articulista más o menos desconocido, destacando un titular malintencionado, una descalificación gratuita, un juicio condenatorio de todo lo español, unas fotografías demagógicas y falsas…

Durante el final del franquismo, cuando en España no existía libertad de información, era costumbre recurrir a medios informativos extranjeros para intentar conocer algo de lo que la censura impedía que se contara aquí. Y aquello tenía cierto sentido.

Ahora, sin embargo, tal comportamientos carece de razón, porque aquí existe completa libertad de información y de opinión. Y, por tanto, para saber qué ocurre, qué se piensa en España, bastan y sobran el conjunto de medios nuestros: periódicos, radios, televisiones, agencias… y ahora los digitales y los confidenciales en Internet.

Hay que decir que cualquiera de esos medios dispone de mejor y más directa y fiable información que cualquiera de las supuestas grandes cabeceras internacionales citadas al principio.

Con un añadido. En más de una y más de dos ocasiones esos artículos críticos con España y los españoles, aparentemente demoledores, esconden intenciones ‘non sanctas’ que diría, creo, un latino. A veces, detrás hay intereses espurios de países, de gobiernos, de inversores, de empresas, de grupos de presión… No seamos ingenuos.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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