Alemania, donde el Covid-19 respeta a la vida, ¿o tal vez no?
A pesar de ser unos de los países en los que el virus se propaga más rápido, y de haber superado ya los 30.000 contagios, el país germánico sigue manteniendo una casi inexistente tasa de mortalidad.
Hace días que en España la vida se ha parado para todos. El ruidoso bullicio que antes llenaba las calles, ha dejado paso al silencio pesado. El tiempo pasa lento para aquellos que buscan con que llenar sus días y ven como las agujas del reloj se arrastran perezosas. Sin embargo, es un tiempo este, que pasa fugaz para los miles de sanitarios que luchan contra el Coronavirus, sin descanso, sin tregua. Fugaz, también el tiempo, para aquellos que pierden la batalla a la vida. Y es que desde que se iniciará en España, el pasado febrero, la lucha contra el virus, ya son 2.753 las personas muertas (Instituto Johns Hopkins de Ciencia e Ingeniería a 24 de marzo de 2020). 2.753 vidas para las que el tiempo se ha detenido y que han llevado a elevar la tasa de mortalidad en nuestro país hasta casi un 7%.
Una tasa de mortalidad que se aproxima a la alcanzada por Italia, que ha llegado a superar el 9% y que probablemente, pronto alcancen, otros países vecinos europeos. Sin embargo, parece que la vida no quiere pararse en Alemania. Todo el mundo mira al país germánico, buscando respuestas, ante la casi inexistente tasa de mortalidad, que es tan sólo del 0,42% (Johns Hopkins de Ciencia e Ingeniería a 24 de marzo de 2020). El COVID-19 respeta la vida en la primera potencia económica europea, o eso al menos, dicen los datos.
El Instituto Robert Koch de Berlín (RKI), que centraliza toda la información sobre el avance del Coronavirus en Alemania, explicaba la semana pasada, a través de su presidente, Lothar Wieler, que la baja tasa de mortalidad se debía, en parte, a “qué Alemania aplicó medidas preventivas antes que otros países”, a la vez que afirmaba que el país germánico “está entre los más avanzados en lo que respecta al diagnóstico”. Esto sin duda ha ayudado, a detectar la enfermedad de una forma temprana entre los más jóvenes, evitando así el contagio a grupos de mayor riesgo.
El RKI y sus cifras
Si bien las explicaciones del RKI se basan en hecho científicos contrastados, también es cierto que son números que chocan con los del resto de los países de su entorno. Así para algunos expertos es posible una segunda explicación, complementaria a la primera: en Alemania se cuenta a los muertos de forma distinta que en el resto de países. El Instituto Robert Koch ha sido tajante y lo ha desmentido de un modo rotundo.
Como botón de muestra se han analizado las noticias publicadas en prensa en referencia al coronavirus, en los últimos días en dos zonas del norte de Alemania. Hemos analizado los datos de la prensa diaria durante las dos últimas semanas. Son pocos los medios que informan de muertes con COVID-19, pero destacamos algunas noticias de las últimas semanas.
El pasado lunes, 16 de marzo, el portal de noticias más grande de Alemania, t-online, titulaba así una de sus noticias: “Un anciano infectado con Coronavirus muere en Hamburgo”. Muerte que nunca llegó a computarse dentro de los fallecimientos en Alemania causados por el COVID-19.
El lunes de esta semana, el 23 de marzo, el tabloide alemán, Hamburger Morgen Post (MOPO), se hacía eco de la muerte de un señor de 52 años con Coronavirus en Hamburgo: “Dos muertes a causa del Corona en Hamburgo”. Pero al igual que en los casos anteriores, no se reflejan dentro de las estadísticas de muerte por coronavirus en Alemania.
En el estado de Niedersachsen, el pasado 21 de marzo, la Norddeutscher Rundfunk, más conocida como NDR, afirmaba en su sección de noticias: “En Niedersachsen han muerto 4 personas mayores infectadas con el Coronavirus”. A lo que añadía: “Todavía no está claro que causó la muerte”. También en la zona del estado de Niedersachsen, el períodico Braunschweiger Zeitung, publicaba que hasta fecha de hoy (hace referencia al 24 de marzo), este estado contabilizaba hasta 8 muertes por Coronavirus.
Estas personas fallecidas con COVID-19, nunca se han sumado en su totalidad, al menos hasta día de hoy, a los datos oficiales que ofrece el Instituto Robert Koch (cómo se puede comprobar en los datos actualizados por el mismo instituto, a fecha 24 de marzo de 2020). Tampoco el Centro Johns Hopkins de Ciencia e Ingeniería, que recoge los datos oficiales de los organismos sanitarios internacionales y nacionales, contabiliza estas muertes.
Si bien en cierto, que en Niedersachsen el RKI, contabiliza 6 muertes a fecha 24 de marzo, la prensa alemana habla de hasta al menos 8 muertos, por lo que los números continúan sin coincidir.
Fuente: Instituto Robert Koch Berlín/ 24.03.2020
El RKI, actualiza sus datos cada 24 horas. Desde la primera muerte no computada han pasado 9 días y de las restantes, ya han pasado 3 días desde que sucedieron. Cabe entonces, quizá preguntarnos… ¿cómo cuenta Alemania a sus muertos?
Mientras esperamos una respuesta a la pregunta, Alemania por el momento vence al virus mejor que el resto del mundo, y sólo pierde al 0,4% de los infectados que se enfrentan a él. Ojalá algún día, en España también se pueda decir lo mismo.
No es tiempo de sensacionalismos; es más bien tiempo de actuar, de ser responsables, de ser generosos. Tiempo de afrontar y tiempo de luchar. Cómo dijo la canciller alemana, Angela Merkel, el pasado 18 de marzo en su primer discurso a la nación en 14 años: “desde la II Guerra Mundial no se había planteado a nuestro país ningún otro desafío como este”. Y sí, quizás por esto, y por todos aquellos que se dejan la piel a tiras ante un enemigo invisible y deletéreo, hoy más que nunca sea tiempo de Verdad. Y si hay algo que a veces el tiempo nos da, es el tiempo de reaccionar para enmendar, así pues “nolite tempus perdere”.
