Bailando (sardanas) con Lobos
Es que son bastante depredadores. Están como hambrientos de independencia, de dinero, de transferencias, de selecciones nacionales, de nación, de banderas, de rehabilitaciones de honores mancillados y de muchas cosas más.
Rodríguez Zapatero, les invitó a bailar algo general, algo que valiera para todos, un baile en el que todos se desenvolvieran más o menos bien, les dijo que les necesitaba en las Cortes de Madrid para poder llegar con sus votos a La Moncloa y se ha encontrado bailando sardanas con los lobos de la Esquerra, los que le son más afines del PSC y aguantando las diatribas de CIU. Un calvario.
Y un día es el idioma, otro es Mallorca, mañana la bandera, después la poesía del desfile del Día de las Fuerzas Armadas, de pronto se le aparece Companys en carne mortal y pasado mañana es el delta del Ebro que se le desborda en las manos, todo ello arropado en el "Estatut", en los moços y, en cuanto se descuide lo más mínimo en los "escamots". Un sin vivir.
Está claro que los políticos catalanes y, más concretamente, los políticos catalanes de unos partidos determinados, han encontrado un filón en Madrid y lo van a explotar hasta el final. Y no seré yo quien diga que no hacen bien y que no están en su derecho, lo que ocurre es que esos "depredadores" entran en todos los apriscos y no sólo en el de Rodríguez Zapatero.
Porque la historia de España es de todos; la economía de España es de todos; las selecciones deportivas de España son de todos; la guerra civil, desgraciadamente, fue de todos y, quieran o no, Cataluña es de todos los españoles, entre los cuales se encuentran muchos catalanes que no comulgan en absoluto con las ideas del señor Maragall o del señor Carod.
No pasa un día sin que el "problema" de Cataluña esté en la mesa, pero es que está en la mesa de todos los españoles que estamos soportándolo para que el señor Rodríguez Zapatero pueda ganar votaciones en el Congreso de los Diputados y lo primero que se le ocurre a uno es aquello de que "cada palo aguante su vela". Pero es que estos lobos son insaciables. Cada vez piden más, cada vez entran en más rediles y se llevan más ovejas, pero no las ovejas del señor Rodríguez Zapatero sino las ovejas de todos y eso no está bien.
