Cáritas Salamanca y los toros

Aunque parezca insólito, algún responsable de Cáritas en Salamanca ha rechazado un donativo.

Una supuesta responsable de ‘sensibilidad’ de la organización de caridad ha dicho no, a una asociación de jóvenes taurinos que se proponían una acción solidaria y entregar los beneficios a Cáritas.

Se supone que la sensibilidad de la responsable ha llevado a rechazar una ayuda proveniente de algo relacionado con el mundo de los toros. Como Salamanca es tierra de toros, de toreros y de buenos aficionados, hay que suponer que en Cáritas habrá miembros, voluntarios y hasta responsables que no renieguen de la Fiesta y, mucho menos, de los beneficios que unos aficionados han ofrecido.

El mundo de los toros es particularmente sensible a las necesidades ajenas y siempre se ha caracterizado por un alto sentido de la solidaridad. Parece normal que esa asociación taurina haya pensado en una organización tan solvente y arraigada en la sociedad. Lo que ya no es tan normal es que se niegue a recibir una ayuda económica con destino a sus muchas necesidades.

Como no cabe pensar que el rechazo a los toros llegue a esos extremos tan absurdos, habrá que concluir que se trata de un error de una persona concreta, error que no debería ser compartido por quienes dirigen Cáritas en Salamanca.

Es absurda la idea de una colecta -por ejemplo en las parroquias salmantinas con destino a Cáritas- en la que se vaya preguntando a los feligreses, que entregan su aportación, por su posible afición taurina.

Por muy en contra que se pueda estar de la fiesta de los toros, no cabe en la cabeza la idea de rechazar una ayuda económica para los más necesitados.

Esperamos además de una explicación, una rectificación.