Dedo o muerte

Hay agitación en las filas del Partido Socialista y aunque la ‘caza del faisán’ ocupa mucho espacio, mucho tiempo y muchos cabildeos en Ferraz, la sucesión sí, la sucesión no, sigue ahí y está muy presente en muchas mentes socialistas. Y no solamente en la mente de los aspirantes a la mano de Doña Leonor sino que quienes ya tuvieron esa mano, léase los ex, tampoco se resignan a no opinar sobre lo que está pasando en el entorno de Rodríguez Zapatero.

A la chita callando, Carme Chacón echa su cuarto a espadas –que no a espadones- y desde Cataluña, con la aquiescencia del Partido Socialista de aquellas tierras, se mantiene firme en su propósito, eso sí, dejando muy claro que se presentaría siempre que se cumplan ‘las previsiones sucesorias’ es decir, siempre que el presidente diga, más tarde que pronto, si sí, o si no.

Iría el partido socialista a unas primarias porque así como Rubalcaba aspiraba –pretérito faisán- a ser candidato por aclamación, la actual ministra de Defensa, tiene muy claro que ha de salir candidata mediante votación de los compañeros.

Y aquí viene al pelo el chistecito de ‘susto o muerte’. En este caso sería ‘dedo o muerte’. El dedo no está mal, pero como los partidos nos quieren colocar el rollete de la democracia interna hay que elegir muerte. O sea, primarias.

Si pensamos que Rodríguez Zapatero pasó, en menos que canta un gallo, tras derrotar pírricamente a José Bono, de diputado ‘culiparlante a presidente del Gobierno, lo de dedo o primarias hay que traducirlo en lo de ‘dedo o muerte’. Porque si hay primarias y sale Carme Chacón, el olor a cadaverina se percibirá hasta en las Ramblas.

Y José Bono sigue dedicado a jugar a ‘las tinieblas’ en su despacho de la Carrera de San Jerónimo. Era aquel juego de nuestra juventud que servía para que los adolescentes se cogieran las manos en la oscuridad, sin que las vigilantes mamás lo descubrieran.

Bono se coge las manos con los compañeros –con algunos más de los que se sabe- y después se presenta a la prensa obligando a propios y extraños a hacer apuestas con la sucesión. Y eso hace pensar a muchos que él también está en la quiniela aunque diga que el fijo es Rodríguez Zapatero.

Pero no están de acuerdo en Ferraz y allí no le ven de jefe de la oposición –encuestas dixit- sino de jefazo del partido y parece que a lo que aspira el político manchego es a que, mientras ‘el que sea’ se faja en la oposición, él se instala en el Parido Socialista con todos los poderes.

 
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