Piqué se apunta al ‘basta ya’, se marcha y deja al descubierto los líos del PP mientras la Vicepresidenta pone a “reflexionar” a los ministros

Y la cuerda se ha roto. Posiblemente haya más de una causa y se equivoquen los que quieran simplificar la marcha de Josep Piqué. Sus diferencias con Acebes, la soledad en la que estaba en el PP de Cataluña, sus declaraciones sobre los “antiguos” de la cúpula, los malos resultados electorales y –seguramente- que Rajoy “le ha dejado caer”, son causas más que suficientes y además ninguna excluye a la otra.

Si no han sido el detonante, las familias del Partido Popular –haberlas haylas-, las distintas “sensibilidades”, las diferencias entre “centradores” y “derechadores” y las prisas electorales que le han entrado al líder, pueden haber tenido mucho que ver en el “basta ya” sonoro y a los cuatro vientos –la carta de dimisión está en todos los medios- que ha obligado a Piqué a marcharse a casa.

¿Le ha dejado caer Mariano Rajoy? No va a ser fácil saberlo, pero lo cierto es que Piqué había intentado la marcha en otras ocasiones y el Presidente del Partido Popular le había ”convencido” para que se quedara. Ahora, o no lo ha intentado o no lo ha conseguido.

Si no lo ha intentado quiere decir que Rajoy piensa que le va a venir bien la marcha del catalán; si no lo ha conseguido es que los problemas internos del político gallego son mayores de los que se dejan traslucir.

La llegada de Rato y el ascenso de Juan Costa pueden suponer un intento de soslayar debates ideológicos –cosa muy propia de los políticos de la derecha española- y centrar la oferta electoral en zonas más pragmáticas y que afectan más directamente a los bolsillos y al bienestar de los votantes. Paciencia y barajar.

El Partido Socialista, como es lógico, se ha apresurado a “morder” –por boca de López Garrido- en el caso Piqué. Se habla de falta de proyecto y de ausencia de liderazgo. No hay que exagerar ni tergiversar, pero algo de eso hay.

Claro que los socialistas, con sus juventudes rojas en plena forma, tienen suficientes dentaduras para morder donde les digan. Ahora sale el jefe de los jóvenes del vídeo y nos dice que responden a la crispación del Partido Popular. Pues es poco bagaje para alguien que se supone querrá gobernar España en unos años. El vídeo no debe preocupar a los actuales votantes –salvo por lo de la eutanasia-; la preocupación debe estar en los que llegan si piensan la que se les puede venir encima.

A los que se les ha debido caer el mundo encima, en forma de María Teresa Fernández de la Vega, ha debido de ser a los Ministros “que sobran”. Si ya lo decía mi portero, que hay muchos coches oficiales y no vamos a poder pagarlos. Parece que la Vicepresidenta les ha echado la bronca, y si cuando sonríe sale como sale en las fotos, enfadada debe de ser para salir corriendo. Claro que aquí nadie se va, y de un Ministerio menos.

 Ahora, el problema es que, como les ha puesto a trabajar, igual no se van de vacaciones y comienzan a inventar cosas, tipo impuestos a los coches “sucios” –que mi portero ya se ha comenzado a lavar los de los vecinos- o lo de la prohibición del GPS. En cualquier caso, un ministro justificando el sueldo es para ponerse a temblar.

Lo que deben hacer es reflexionar y nada más, que es lo que ha hecho el Presidente del Gobierno –tan amartelado él con su señora en tierras americanas- cuando ofreció la presidencia del Congreso a Bono. Eso, al menos, es lo que ha dicho José Blanco –siempre Blanco-: “La llamada a Bono es una reflexión”.

Y Blanco –siempre Blanco- tampoco es manco a la hora de reflexionar “por sí propio”. Preguntado por si creía que había que convocar nuevas elecciones en Navarra afirmó muy serio que nunca había sido partidario de adelantos electorales (¡!).

Y es que no hay como el sosiego y el pararse a pensar. Puras se pasa y reflexiona demasiado y cada día dice una cosa. Este hombre va a poner un mercadillo de ofertas políticas en la Plaza del Castillo.

La Ministra de Fomento reflexiona mientras parchea barcos y cierra y abre playas.

Gallardón y Aguirre reflexionan con las prostitutas en la chepa –dicho sea con perdón- de la Casa de Campo madrileña.

Reflexionan los del PNV, y no sabemos de qué van, porque dicen sin decir y callan mientras hablan y el Lehendakari convence a Imaz o Imaz no convence a Ibarretxe.

Hasta reflexiona un señor en Cataluña y asegura que el túnel del AVE ni siquiera va a hacer cosquillas a la Sagrada Familia. Con lo serio que era Gaudí...