La Semana: Tangana en el Parlament, un talante que no llega a la clase de religión y alarma tras los datos del CIS

En Ferraz, desde Neptuno a la Puerta de Alcalá, pasando por el Centro de Investigaciones Sociológicas, están más que inquietos, asustados y si de la inquietud al susto va un paso, el siguiente escalón es el del cabreo contra una cúpula que, en frase de un dirigente conspicuo, “nos va a llevar a la ruina”. Y los sustos, los sobresaltos y las tristezas remansan su mirada en un despacho de la planta cuarta de un Ministerio del Paseo de la Castellana y otras miradas, las del otro lado, se posan en un despacho de la Casa de la Villa, también en Madrid, y la palabra coalición empieza a ser moneda de cambio en los aledaños del templo de Debod y de la Plaza de Colón. Pero todo lo anterior son metáforas o sueños o digresiones de algunos madrugadores que quieren "madrugar" a alguien. La realidad está en el Parlamento de Cataluña donde otra vez hay ruido de euros. Y el "tú más" de Don Arturo Mas -valga la redundancia- se escuchó sonoro en los oídos de Esquerra Republicana y del Partido Socialista de Cataluña. Y es que los políticos catalanes entre el partido del Barça en Madrid, las donaciones, los créditos, las condonaciones y los intereses, están en una vorágine que no les deja ni siquiera gobernar que es lo que ellos desearían. Todo muy desagradable, que diría don Jordi Pujol si levantara la cabeza -políticamente hablando-. Se enfría la tregua de ETA y don Patxi López no descarta un gobierno de coalición con Batasuna; todo sea por la Lehendakaritza y por el bien de Euskadi. Por Euskadi también se desvive don Julián Alvárez, del Partido Andalucista que, en un gesto de magnificencia política, le ha entregado a don Josu Jon Imaz del Partido Nacionalista Vasco, el proyecto de estatuto de Andalucía. Esa magnificencia política, de la que ha hecho gala, le ha llevado a entregar -nada más y nada menos- el Andaluziako Estatuaren. “P´haberse matao”. Mientras, don Pepiño Blanco se tira al cuello de los obispos y les explica lo que él aprendió de pequeñito sobre el pecado de la mentira. Y es que el que tuvo y retuvo... Lo que pasa es que al señor Blanco se le amontona el trabajo dentro y fuera de casa. Dentro sobre todo, porque la gente en Ferraz se le está desmandando y hay cabreos no demasiado sordos, en demasiados despachos. Les asusta la calle. El ruido de votos que se mueven -o que se van- es demasiado fuerte y se mezcla con los gritos de la calle. Pero es igual, ya verán ustedes como la recepción en La Moncloa se queda en eso, en recepción y la LOE ni tocarla. Si acaso, un lavado de cara, todo lo más una liposucción, pero aunque la mona se vista de seda... Y hay miedo al "huracán Aguirre". La pasean en el AVE a Toledo pero no le dejan ni arrimarse a dos kilómetros de los micrófonos y es que a doña Esperanza se le entiende todo aunque sea en alta velocidad. El que está a punto de llegar a la época de "El Zurriago", de la "Traca" y cada vez es más "antifrailuno", es don Gaspar LLamazares que sigue su cruzada especial contra todo lo que le suene a Iglesia Católica, a la que califica de "niño mimado y caprichoso". Anda el hombre azacaneado con sus fantasmas. Los ve por todas partes y de eso no pueden salir más que fantasmadas que tienen como protagonista a la Iglesia, a los obispos, a los sacristanes, a los monaguillos y hasta a los mendigos de la puerta de las iglesias. Y a todo esto la cifra que se maneja para cuantificar lo que las obras asistenciales de la Iglesia suponen en España, se acerca a los 36.000 millones. O sea señor Llamazares, una risa. Y aprovechando que la Iglesia es "un niño mimado y caprichoso" van los correligionarios del señor Llamazares en Barcelona y montan un carnaval grotesco, zafio y maloliente ante el arzobispado de Barcelona. Hombre don Gaspar, eso de disfrazarse de obispo y de monja y dar saltos por la calle ya es muy antiguo. Pero aquí a lo que estamos: los grupos parlamentarios se suben los sobres de euros y casi no nos enteramos los paganos. Y es que estas cosas hay que hacerlas sin dar tres cuartos al pregonero y por aquello de que "tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda", aunque no sé yo si algunos parlamentarios están muy puestos en el significado de ciertas frases. Y don José Luis Rodriguez Zapatero que se nos retrata como palmero de Mohamed VI de Marruecos. Pero palmero gráficamente hablando, que le ponen unas gafas negras y parece uno de los acompañantes de Peret en su época de triunfos. El Presidente del Gobierno de España -que diría don Mariano Rajoy- se fue de "bolos" a Marruecos y tal parecía don José Luis Moreno presentando una gala: " el mejor, el único, el incomparable, el padre de todos los demócratas... Mohameeeed". Tampoco le vendría mal un animador a Don Mariano Rajoy porque no es para estar muy alegre pensar que el PSOE -CIS dixit- baja dos puntos y el PP sólo rebaña cinco décimas. Eso es casi como el palmarés de don Luis Aragonés que nos lleva imbatidos al mundial, pero hay imbatidos e imbatidos y haría muy bien el señor Rajoy en no confiarse, que cuando don Alberto Ruiz Gallardón se aburra de jugar al "Tente" por las calles de Madrid igual se le ocurre algo y la tenemos armada. Lo que pasa es que "de padre a padre" las cosas cambian mucho y don Mariano es muy padre y don José Luis, también y tiene que hacer horas extras en el hogar, ahora que su esposa se va a la Mancha -que ya es casualidad- a cantar cosas de don Quijote. Y el señor Moratinos en las nubes. No porque ande despistado el hombre, que también hay algo de eso, sino porque se le desmandan la CIA y la OTAN, y los aviones y los espías y los americanos, y así es imposible que pueda ir tranquilo al festival de Eurovisión que se montó en Marruecos con las palmas y el jaleo del señor Rodríguez Zapatero.

 
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