ZP los cría y ellos se estrellan. Ocaso de Pajín, Gómez Jiménez y Chacón, en la mejor semana de la vida de Rajoy

El caso es que en el PSOE se vuelve a hablar del gafe del ‘jefe’. Lo que parecía acabado con el triplete de su Barça, revive ahora con el banco de las cuatro patas. Se le cae  Pajín,  se le tambalea Trinidad  Jiménez,  se le desmorona Chacón y,  para colmo,  se le revoluciona el partido en Madrid con Leguina y Simancas reaparecidos en cuerpo mortal.

Si dejamos a Bibiana Aido por imposible -ahora que ha decidido pasarse por el arco del triunfo a leyes y jueces-  nos queda Trinidad Jiménez  a la que la gripe se la puede llevar por delante -dicho sea en sentido figurado-  y que ya no encuentra paños calientes ahora que se le ha convertido en pandemia, al menos desde el punto de vista burocrático.

Y nos queda  Chacón que desde el famoso: ’capitán mande firmes’, no hay día que no tenga que intervenir para rectificar,  para desmentir o para puntualizar. Y lo malo es que entre puntualizaciones, desmentidos y comparecencias varias, siempre se le escapa algo que después tiene que desmentir,  rectificar o puntualizar y eso es muy cansado y penoso de sobrellevar.

Dijo Rodríguez Zapatero que hay que ganar las elecciones en la Carrera de San Jerónimo y no en el parlamento de Estrasburgo. Lleva razón.  Pero no debe de olvidar que hay que ganarlas también en Madrid.  Por ejemplo, y sin ánimo de señalar, con Tomás Gómez.  Y en Madrid pintan bastos y no precisamente por Esperanza Aguirre, que también,  sino por la revolución que contra el ex alcalde se ha montado en el seno de los socialistas madrileños a los que ya no les consuelan ni los bautizos de Zerolo.

Y… -remedando a Machado- Leire Pajín. Ya no se dice la cursilería aquella de que es un activo del partido pero lo era,  y de pronto su estrella se le ha estrellado y todo por una simple frase. Y es que la política es muy injusta, porque ahí está Butragueño, que después de decir que Florentino Pérez era un ser sobrenatural, sigue  ere que erre, y nadie se mete con él y hasta le han nombrado responsable máximo de las relaciones externas e institucionales del Real Madrid.  

A Leire no. A Leire la estamos crucificando entre todos por decir lo del cosmos, y lo de la historia y las orillas del Atlántico y los liderazgos y poco más. Y es que la gente es mala.

Pero no todo es negativo. Por ejemplo Rajoy está ‘infinitamente mejor que hace un año’. Así, sin especificar. Pero los más avispados se remontan al congreso de Valencia y a los que le movían la silla y que ahora están callaitos tras el triunfo en Galicia y en las europeas.

Es posible que el líder  popular se sienta infinitamente mejor  pero, desde dentro, siguen incordiando y Aznar se pasea por esos mundos de Dios dando doctrina y eclipsando la estrella ‘infinitamente mejor’ de Mariano Rajoy.

Pero Aznar lo hace sin acritud,  no como Felipe González que, en cuanto se descuidan en La Mancloa, aparece por entre lo muros de los despachos y, como si fuera el fantasma de la ópera, habla desde ultratumba y dice cosas que escalofrían hasta a José Blanco  incluso acostumbrado, como está,  a lo de la Santa Compaña.

González pone pegas a todo y dice que la crisis no está bien gestionada y que la campaña no ha sido buena. Vamos que lo único que da votos va a ser  los bautizos de Zerolo. Y que se ande con cuidado el edil socialista porque en una de estas, Tomás Gómez -que se puede quedar para vestir santos, laicos se entiende- igual se queda para lo de los bautizos –laicos por supuesto- O así.

También dice el presidente del Gobierno que ‘no hay una pulsión de cambio’. Cursi es un rato, pero, pulsiones aparte, lo que sí parece es que en su propio partido quieren cambios y como se alzan voces pidiendo la vuelta de Blanco a Ferraz aunque sea en AVE y con Aguirre de invitada, va el gallego y se declara coautor de la campaña de Leire Pajín. ¿Se acuerdan de aquello de dos por el precio de uno? Pues se le parece mucho. Es como si Blanco, en vez de ponerse la pegatina aquella de ‘yo también he abortado’,  se hubiera puesto una que dijera yo también hice la campaña con Leire Pajín.

Ya verán como no tardan en aparecer unas pegatinas que digan: ‘Zerolo queremos un bautizo tuyo’.