La agenda setting

Dicen los que saben de esto que la agenda setting es una especie de guía de la opinión pública. A través de los medios nos dicen a los ciudadanos de qué tenemos que discutir en la oficina y de qué tenemos que opinar en las tertulias de café. Cabe sospechar que en algún lugar se reúnen algunas personas y deciden de qué tenemos que estar pendientes en los próximos días, semanas o meses. Quiénes son y dónde se reúnen es lo que no sabemos aunque lo sospechemos.

A los que saben de esto no se les oculta que quien maneje el cotarro tiene mucho terreno ganado, y además puede utilizar lo de “qué hablamos” para lograr el “de qué no hablamos”. Que, en el fondo, es de lo que se trata.

En castellano eso se llama cortina de humo, pan y circo, marear la perdiz, distraer al contrario, entretener al personal, mirar para otro lado, llamarse andana... En cualquier caso, cada día surgen asuntos que hacen que hasta el más inocente sospeche de los titulares de los medios de comunicación que, atentos a la actualidad, se hacen eco de noticias, declaraciones y sucedidos que pueden o parecen ir en esa línea.

Antes en las casas burguesas siempre había una señorita que tocaba el piano o un niño que recitaba poesías de Gabriel y Galán. Llegaban las visitas a merendar y para distraerles de la repostería y que durara un mínimo en los platos, el papá o la mamá siempre decía al niño o a la niña: hijo, recita algo para que te oigan estos señores; hija, toca algo que estos amigos están deseando escucharte. Y así se pasaba la tarde.

Todo forma parte de la agenda setting: a ver, Pepiño, insulta a alguien del P.P. para que estos buenos ciudadanos tengan algo de qué hablar. Tú, Miguelito, inventa algo con las bombillas para que en los periódicos pueda salir algún chiste. Tú, Bibianita, planea alguna barbaridad sobre el aborto, que eso distrae mucho a la derecha y tú, Malenita, prepara un atasco de camiones por la provincia de Burgos que ya han llegado las nieves y eso da para mucho.

Todo está planificado y la agenda setting se encuentra en su mejor momento. Todos colaboran. Hasta hay futbolistas que nos cuentan, ahora, que hay sobornos en el fútbol español y, cómo no, la polémica de los toros en Cataluña y los despachos en Aragón.

Aznar da mucho juego. Ahora es Guantánamo, los vuelos y la CIA de los que Moratinos no tenía ni idea. Y no digamos nada del gafe o no gafe de Aguirre o de las polémicas de Gallardón con los obispos y hasta lo de las luces de Navidad. Todo entra en la agenda setting

Y la crisis. Que si seguimos así, la van usar los settingmaniácos para distraernos de la crisis.