Por la boca… Veintiún siglos

Hace veintiún siglos, ocurrió ‘algo’ y ese ‘algo’ pervive en el tiempo, en las creencias de muchos y en las tradiciones de las más importantes civilizaciones y ha influido, y sigue influyendo, en la sociedad moderna de forma decisiva.

Y eso es así a pesar de que en esos más de dos mil años -precisamente por lo que ese ‘algo’ tiene de sublime y de sagrado para los hombres y por lo que de insustituible tiene en sus vidas- no son pocos los que han intentado destruirlo, procurar que caiga en el olvido, desvirtuarlo y hacerlo desaparecer. Todo inútil.

La historia está llena de ‘personajes’ más o menos influyentes, de pensadores sesudos, de filósofos innovadores y ,por supuesto, de políticos necios que, tras intentos fallidos, han pasado a ‘mejor… historia’ y lo han hecho en el sentido más negativo del término. Son esos que ‘inventaron’ negar lo innegable e intentaron camuflar la Verdad (con mayúscula) que les estorbaba, los misterios que no entendían y la Fe que eran incapaces de asumir.

Y hoy, aquí, esos ‘inventores’ de otras verdades y de otros dogmas, siguen intentando lograr lo que otros no han conseguido en veintiún siglos.

Los ayuntamientos afines a Podemos –la mayoría sostenidos por el Partido Socialista- se afanan por acabar con la Semana Santa, por camuflar la Fe de los españoles y por desvirtuar las manifestaciones públicas de esa Fe. Y lo hacen de la forma chabacana, burda y pedestre con la que lo han hecho en el transcurrir de la historia esos fracasados a los que nadie recuerda.

Solamente se les ocurre a estos ‘modernos’, escatimar dineros a las cofradías, prohibir la presencia de bandas y escoltas, obstaculizar itinerarios y tergiversar programas y calendarios.

Pobres intentos que chocan con las creencias de las gentes, el entusiasmo de cofrades y nazarenos y el derecho sagrado de los padres a transmitir Fe y Tradición a sus hijos.

Y así, dando coces contra el aguijón, llevan veintiún siglos.