Por la boca… Moción de censura: Como Cagancho en Almagro

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ofrece declaraciones a los medios sobre la renovación del Tribunal Constitucional (TC), a las puertas de la sede del TC, a 13 de enero de 2023, en Madrid (España).
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ofrece declaraciones a los medios sobre la renovación del Tribunal Constitucional (TC), a las puertas de la sede del TC, a 13 de enero de 2023, en Madrid (España).

Colocar a un político -más que en la reserva- comunista de cuna y diputado de aquella malhadada CDS de Suárez, para que haga un discurso que descalifique ante los españoles la gestión de Sánchez, fundamentalmente su deriva económica y de paso intente masacrar a la oposición, mejor o peor, del Partido Popular, es  poco bagaje y una muy escasa cosecha para un Abascal que va de bandazo en bandazo y que, de momento, contabiliza como su único logro, haber dividido a la derecha.

Una moción de censura, a sabiendas de que se va a perder, puede llevarse a cabo por muchas causas pero todas ellas tienen que ser y estar muy razonadas y muy razonables.

Una moción de censura, a sabiendas de que se va a perder, supone un descrédito para el Poder Legislativo, un desgaste inútil para todos los partidos y un añadido más, a la mermada credibilidad de  los políticos.

Abascal tendría que haber explicado, al mismo tiempo que registraba la moción de censura en el Congreso de los Diputados, lo que va a hacer y el motivo de su afán cainita por perjudicar al Partido Popular y dar razones de su desafuero al dividir a la derecha y de su regalo de tregua victoriosa a Sánchez. Debería explicar por qué nunca se presenta como candidato en sus intentos de -según dice- sacar a Sánchez de La Moncloa y por qué, tras sus desahogos de extrema derecha, coloca como protagonista a un reconocido profesor, valioso economista, ex diputado con Adolfo Suárez y comunista de los de la época de Santiago Carrillo,  que se ha apresurado a declarar que no defenderá, en absoluto, los postulados políticos e ideológicos de Vox.

El desatino de la moción de censura, con independencia de lo que pueda beneficiar a Sánchez y perjudicar a Feijóo, es tal, que si a la flauta le diera por sonar y Tamames llegara a presidir el Gobierno, sería de ver la actuación del propio Tamames y lo que harían Abascal y Vox en esas esperpénticas circunstancias.

Una decisión de Abascal que ni clarifica nada, ni evidencia nada, ni soluciona nada, por más que el candidato afirme que mostrará los enormes errores de Sánchez y las posibles soluciones.

Colocar a un político -más que en la reserva- comunista de cuna y diputado de aquella malhadada CDS de Suárez, para que haga un discurso que descalifique ante los españoles la gestión de Sánchez, fundamentalmente su deriva económica y de paso intente masacrar a la oposición, mejor o peor, del Partido Popular, es  poco bagaje y una muy escasa cosecha para un Abascal que va de bandazo en bandazo y que, de momento, contabiliza como su único  logro,  haber dividido a la derecha.

Lo más que se va a conseguir en los días del debate va a ser  el respeto de todos por la figura de Tamames, incluidas luces y sombras, aunque ni siquiera va a ser tomado en cuenta, pese a que el desprecio ni se evidencie ni se explicite por parte de ninguna formación de las que voten en contra. El candidato no va a ser atacado ni por el propio destinatario de la censura, ni por los medios ni por los comentaristas timoratos que ya se apresuran a poner por delante de sus opiniones el respeto por el candidato de Vox.

El que peor parado va a salir, ya lo está comprobando, es el propio Abascal, al que no se le ha ocurrido nada mejor que el bandazo de la moción de censura que es,  por lo visto, lo que ahora toca para acabar de consumar la división de la derecha, que no deja de ser una bonita manera de “derrotar” a la izquierda.

 

La carcajada: Dice Sánchez en Ucrania: “Si miramos hacia atrás en nuestra historia, qué importante hubiera sido, en momentos muy difíciles de la historia de España, haber contado con la solidaridad internacional. Que no la tuvimos”-

Comentarios