Por la boca… Sánchez es legal, pero no es decente

Se especula con lo que la visita a Biden  puede suponer para Sánchez, al comienzo de la campaña electoral. Y eso hubiera sido todo si no fuera porque quien verdaderamente ha inaugurado la campaña electoral, ha sido la ETA con las listas de Bildu, las condenas, las víctimas del terrorismo y todo ello aderezado por las declaraciones de Sánchez en Washington.

“Lo que natura non da, Salamanca non presta”; frase que se atribuye a Unamuno, rector de esa prestigiosa universidad. Y parafraseando a Don Miguel, se podría decir que “lo que la urna non da, el Despacho Oval, non presta”.

Se magnifica en algunos medios, la visita de Sánchez a la Casa Blanca y se especula con el tiempo que duró, si hubo o no hubo sintonía, la ausencia de una rueda de prensa conjunta, eso que llaman algunos el lenguaje corporal o el análisis de los gestos y hasta la lectura de los labios para enterarse de lo que decían los protagonistas.

Prolifera el análisis de lo que la visita y la foto pueden suponer electoralmente para Sánchez y el hecho de haberse encontrado con Biden el día en el que comenzaba la campaña electoral.

Pero convendría dejar la entrevista en su justa medida, que no es otra que la consideración de un encuentro protocolario entre dos mandatarios de naciones que son aliadas, y que en el territorio de una de ellas, la gran potencia, alberga buques de guerra y mantiene una evidente vigilancia en el Estrecho de Gibraltar, lugar considerado de relevancia estratégica para la flota de los Estados Unidos.

Además, la entrevista no deja de ser obligada, entre el presidente de la  primera potencia occidental y el que, en pocas semanas, ostentará la presidencia rotatoria de Europa, cosa que, dicho sea de paso, es pura rutina y nada  excesivamente relevante ni trascendental. 

Y curiosamente se habla de la aceituna negra, de la radiación de la bomba caída en Palomares (como un gran “logro” lo explica Sánchez: “hemos quedado en mostrar nuestra intención de resolver este problema”) los emigrantes procedentes de Sudamérica y hasta de la decoración del Despacho Oval, pero ni una palabra de Marruecos -gran amigo de los Estados Unidos- teniendo en cuenta lo que el país vecino supone para España y muy concretamente para el teléfono de Sánchez.

Y por si todo eso fuera poco, ahí está la guerra de Ucrania que obliga a los Estados Unidos a todo tipo de contactos. 

Y eso es todo, y ese todo, poco puede aportar a la campaña electoral de Sánchez.

 

O sea, que en el contexto internacional y en el ámbito diplomático, mucha foto, pero menos lobos.

Y eso hubiera sido todo sino fuera porque quien verdaderamente ha inaugurado la campaña electoral, ha sido la ETA con las listas de Bildu, las condenas, las víctimas del terrorismo y todo ello aderezado por las declaraciones de Sánchez en Washington.

La metedura de pata de Sánchez al valorar la presencia de etarras en las listas electorales de Navarra y del País Vasco, ha sido monumental: “Hay cosas que pueden ser legales, pero que no son decentes. Lo único que estas personas pueden aportar a la vida política, es un mensaje de perdón, reparación y arrepentimiento”. 

Se queda corto Sánchez al enumerar lo que los etarras pueden aportar a la vida política, porque lo del perdón, la reparación y el arrepentimiento está por ver, pero lo que es cierto, palpable y ya ha sucedido, es la aportación parlamentaria de Bildu a una coalición que permite a Sánchez dormir en La  Moncloa.

Lo de Sánchez, recuerda la anécdota de aquel parlamentario que se lamentaba desde su escaño del “oscuro porvenir que vamos a dejar a nuestros hijos” y fue contestado desde las filas superiores del hemiciclo “de momento al hijo de su señoría le han hecho subsecretario”. Y es que a Sánchez, de momento, sí le están sirviendo los que van en las listas de Bildu.

Por eso Sánchez, como político, será legal, pero es indecente; con el añadido de que, tras todos los desmanes que está perpetrando, ni pide perdón, ni se arrepiente, porque de la reparación del desastre de su gestión que costará muchos años y mucho dinero a los españoles, ni se habla.

Bulos en campaña electoral: Ante la gran subida de precios de la cesta de la compra, según se rumorea –aunque no ha sido posible contrastarlo- en España existe un ministerio de Consumo que, según se dice, regenta alguien llamado Garzón.

Pero quizás sea un bulo sin el menor fundamento.

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