El truco consiste en decir a todo que sí y a todos lo que quieren oír. La trampa es averiguar si ZP miente poco o miente mucho

Incluso la ‘dama de hierro’ salía sonriente. Es como si el atril ese que les ponen en La Moncloa los anestesiara. Pero no, el truco está en el ‘trile’ de decir a todo que sí y luego si te he visto no me acuerdo.

Esperanza Aguirre que salía eufórica y que, en su euforia, cabreó al aparato del Partido Popular, se acordó de otra de las visitas que hizo a Rodríguez Zapatero y dijo que de once promesas no le había cumplido ninguna. Es como si Zapatero le hubiera dicho aquello de ya no más, ahora sí va de verdad y ella pues hizo como que se lo creía.

Y se lo han creído Touriño, y Camps y Barreda y se lo acabarán creyendo todos, entre otras cosas porque es lo único que pueden hacer. Como decía Don Hilarión, el personaje de la zarzuela: ‘tirar p´alante y a ver qué pasa’

Lo de la financiación de las autonomías se le está convirtiendo, al presidente del Gobierno, en un vodevil. Él va de dormitorio en dormitorio, escondiendo a las citas debajo de la cama, en el baño, tras un sofá, en el balcón y corre, de un lado para otro del proscenio, cerrando y abriendo puertas. Es como una de aquellas películas de Alfredo Landa en calzoncillos. El problema llegará cuando de verdad todos le pidan, a un tiempo, que cumpla las promesas de matrimonio financiero que les ha venido haciendo.

Pero ha parado el golpe y además, como siempre, ha pillado con el paso cambiado al Partido Popular. Rajoy ni está ni se le espera y cuando quiera recordar el único que va a poder entrar en todos y cada uno de los dormitorios del vodevil va a ser Rodríguez Zapatero, mientras él mira desde el patio de butacas.

El único -¡que cosas!- que le sale respondón es Montilla que dice que la solución está muy lejos y es que tiene que quedar bien con Saura y con Carod –me llamo Josep Lluís- Rovira. Si estarán pesimistas estos del tripartito catalán que se han pasado la Navidad en un cementerio, o al menos eso parece, a juzgar por todas las declaraciones de los políticos catalanes que han tenido como fondo tumbas y mausoleos. Hasta Artur Mas ha salido entre lápidas a criticar el discurso del Rey.

Esa es otra manía, casi como la que tiene Rodríguez Zapatero de engañar al personal. Todos los políticos opinan sobre el mensaje de Don Juan Carlos. Una simpleza si escuchamos las vaciedades que dicen.

Todos muy en su papel. El PSOE y el PP que sí, que muy bien y que a tirar del carro.

Los de IU a lo de lo social, igual que los de CC.OO; y los nacionalistas a decir que nada de treinta años de Constitución que a ellos les supone un sofoco y que no adelantan nada en sus libertades.

 

No se sabe muy bien qué es lo que pretenden estas buenas gentes que diga el Monarca. Si dice algo que se sale del guión, hubieran montado la parda y si no dice nada más que generalidades, pues eso, que no se ‘faja’ con el enemigo que está escondido en la crisis, en el paro y en el terrorismo

Lo mejor sería es que se tomaran vacaciones de declaraciones aprovechando la Navidad. Salen además sacando pecho, como orgullosos de estar al pie del cañón cuando los demás están en el pueblo con la familia.

Porque el resumen del año, tras el Consejo de Ministros, del presidente del Gobierno ha sido nada tirando a vacío. No se ha privado ni siquiera de hablarnos de esperanza razonable y de la indigna aventura de la ETA. Y es que ya no le queda ni lo del optimismo. Si está pesimista, tipo Solbes, la gente se le deprime y no consume y si se pone en plan optimista visceral, tipo Blanco, la gente se ríe y empiezan a abrirse y a cerrarse puertas en el escenario del vodevil.

Al parecer, con la crisis hay menos basura, desperdiciamos menos y aprovechamos más las sobras. Los únicos que siguen con sus declaraciones basura son los políticos y además, hablan hasta en los cementerios.

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato