La crispación política está siendo de tal calibre, que esto más que una semana de vacaciones parece una tregua

El caso es que todo está en calma, por más que Ibarretxe se empeñe en engordar los contenidos de la antología del disparate y Llamazares califique de ‘electoralista’ el mensaje navideño del Rey. Lo del dirigente de Izquierda Unida con La Corona raya en lo enfermizo. Parece que quiere un Jefe de Estado con novia –tipo Sarkozy- porque lo de la monarquía le suena a antiguo. Por eso califica el mensaje de electoralista –que ya es raro de por sí- y además dice que ha faltado una referencia a lo que ganan los banqueros. He ahí un político huyendo de la demagogia barata y tirando por elevación.

El que tira sin mirar –ni por elevación- es el lehendakari Ibarretxe. La última ocurrencia es equiparar las sentencias de los tribunales con los asesinatos terroristas y con los accidentes en carretera. Hay que reconocer que imaginación no le falta, pero le sobra equidistancia. Comenzó ‘equidistando’ a los vascos de las vascas y ahora ha acabado en esto. Y lo de acabar no es una forma de hablar, porque estamos ante un político que, desde que cumplió la primera semana en el poder, está amortizado, pero ahí sigue con sus bobadas, pasando a la historia como Ibarretxe ‘el equidistante’ y casi siempre con la bendición de algún obispo.

Ahora -que se ha quitado de en medio a Josu Jon Imaz- también recibe las bendiciones de Iñigo Urkullu, al que no se le cae de la boca la palabra ‘ética’ y nos cuenta eso de que ‘hay impulsos políticos para enjuiciar ideas’.

Y es que hay gente tan atrasada que parece el BVE, con B de baja velocidad. Los retrasos de los viajes entre Valladolid y Madrid, y Madrid y Málaga, ya están pasando por derecho propio a la historia del ferrocarril. Y es que el no saber idiomas siempre es un handicap y es la asignatura pendiente de los españoles.

Lo ha explicado muy bien la ministra de Fomento. Dice Magdalena Álvarez que los retrasos son un problema de idiomas. Que la vía no se entiende con el tren, y viceversa, y claro, mientras hablan por señas –como Rodríguez Zapatero en las reuniones internacionales- se pierde tiempo y se llega a Valladolid cuando ya han cerrado casi todo. Uno sabía que hablar sólo, es un síntoma, pero eso de hacer hablar a las vías y a los trenes tiene que ser cosa de película de dibujos animados de Walt Disney y, en una de estas, con los derechos del doblaje y otras bagatelas, se va a quedar con el reintegro de los billetes la SGAE y si no, al tiempo.

Que para eso ha salido adelante el canon digital y ya se ha desatado la furia. Ahora se dice que la SGAE está autorizada para entrar a las bodas y grabar lo que allí se canta o se toca para cobrar el correspondiente canon. De ahí, a que Teddy Bautista se haga con el monopolio de los coros en los enlaces, no hay nada. Este hombre pone de moda ‘Jesucristo Superstar’ en las bodas y además lo protagoniza.

Reaparece Caldera y reaparece –en cayuco por supuesto- de la mano de la UGT. Debe haber ciertos sobresaltos en los sondeos de Ferraz cuando ahora el Partido Socialista vuelve la cara hacia el sindicato hermano, después de haberle ninguneado en toda la legislatura, que ya no nos acordamos de cómo es la barba de Cándido Méndez. Está visto que José Blanco va a por todas ahora que dicen que –si ganan las elecciones los socialistas- le harán ministro.

También reaparece Montilla que ya tiene su agencia tributaria. Es como si se la hubieran traído los Reyes Magos, no porque a estas alturas Montilla pida nada a los Reyes de Oriente sino porque es una especie de juguete fiscal de la ‘señorita pepis’ y con él se va a entretener muchísimo.

La que ni entre ni sale es la ‘operación guateque’ del Ayuntamiento de Madrid. Eso sí, engorda y así podemos ver, circunspecto él, a Ruíz Gallardón decir aquello de ‘no estamos autorizados…’ Hombre, algo habría que decir a los madrileños que se van a creer que la basura del metro llega directamente del guateque del Ayuntamiento.

 

Se cierra la semana con el balance del presidente del Gobierno. Y es que los patos de Doñana, que ya inspiraron a Alfonso Guerra –aunque el ex se inspiraba en culto- han insuflado a Rodríguez Zapatero una nueva carga de optimismo y hasta tiene menos ojeras que en los últimos días de actividad antes de las vacaciones. Resumir su rueda de prensa es fácil para cualquiera: todo estupendo, todo fenomenal, todo mejor que nunca y… hasta Marzo que hablaremos del Gobierno. O lo que sea.

El único fallo que ha reconocido el presidente ha sido su ‘error notable’ de presumir hace un año por estas fechas de que estábamos mejor que antes en política antiterrorista. Y ETA le sorprendió con el asesinato de la Terminal 4 de Barajas.

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