El ‘dialético’ y el preservativo

Ahora que se ha vuelto a poner de moda el preservativo, piensa uno que debería haberlos para las ideas e incluso para las palabras con el fin de que ideas y palabras no pudieran llegar a donde habitualmente llegan.

Estaba José Blanco callado en su ministerio de Fomento y no le iba mal, no es que inaugurase pantanos pero al menos se dedicaba a traspasar los trenes de cercanías a la Generalitat catalana, que no es moco de pavo (el traspaso, no la Generalitat). Pero hete aquí, que el instinto aprieta y, con preservativo o sin él, a Blanco le ha salido la vena de vicesecretario general del Partido Socialista y ha sido, como siempre, en un mitin electoral, esta vez en Manresa. Y con profiláctico o sin él, el torrente de ideas del ‘dialético’ ha vuelto donde solía y se ha despachado con un batiburrillo de frases y de ideas en las que mezcla el Papa, el preservativo, las relaciones entre el Partido Popular y Convergencia y Unió y hasta sus deseos de que el Barcelona gane al Real Madrid en el partido del próximo lunes. O sea, como en sus mejores tiempos de antes de ser ministro de la cosa de las infraestructuras.

Dice Blanco que el Papa, que ‘estuvo por aquí’, ha autorizado el preservativo y que aprovechando el momento el Partido Popular tiene relaciones de riesgo y hace manitas por debajo de la mesa con Convergencia y Unió. Ni serio, ni riguroso, ni ‘dialético’ y, por supuesto, sin un ápice de gracia.

Despachar la estancia de Benedicto XVI en Barcelona con un ‘estuvo por aquí’ es una aseveración risible, sobre todo en alguien que estuvo, vio y palpó la estancia del Pontífice en Santiago. Era de verle en primera fila de la Misa papal, medio santiguándose, como de tapadillo, medio dando la paz y medio ‘tragando’ las palabras incisivas y directas de Benedicto XVI.

Es divertido que alguien –se supone que con poder en el socialismo catalán- que ha avalado un tripartito con Esquerra Republicana, con Inciativa y con Joan Saura o Carod Rovira sin ir más lejos, acuse a alguien de relaciones de riesgo y no deja de ser chusco que un ministro del Gobierno ‘que nos miente’ diga que el Papa ha autorizado el preservativo.

Pero así es la política y así son los mítines electorales en Manresa. Sobre todo si, como en el caso de Blanco, uno deja pequeñitos a los camaleones en eso de la adaptación al medio, porque acabó su ‘dialético’ discurso diciendo que el día 30 los socialistas celebrarían la victoria de Pepe Montilla y la del Barça.

Ya no es aquello de proletarios del mundo uníos, sino socialistas que seáis del Real Madrid: ajo y agua. 

 
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