El estúpido belén laico de Tezanos

Tezanos.
Tezanos.

Sin descartar que Tezanos merezca todos los epítetos que habitualmente se le dedican, a lo mejor es que es un inepto y que, con independencia de los servicios rendidos a Sánchez (o sea, Junqueras) con sus cocinas sociológicas, no da para más y no es que se quiera cargar el CIS aposta, sino que posiblemente sus menguadas luces no le permitan hacer otra cosa.

A Tezanos y a sus encuestas le han dicho y le siguen diciendo de todo. Desde sectario a felpudo de Sánchez (o sea, Junqueras) y vendido a los intereses del señorito, hasta manipulador y tergiversador de cifras y tabulaciones de datos.

Pero pudiera ocurrir que -sin descartar que Tezanos merezca todos esos calificativos- a lo mejor es un inepto y con independencia de los servicios que pueda rendir a Sánchez (o sea, Junqueras) con sus cocinas sociológicas,  no da para más y no es que se quiera cargar el CIS aposta, sino que posiblemente sus luces no le permitan hacer otra cosa.

Ahora se le ha ocurrido preguntar a los encuestados, además de eso de la intención de voto, si ponen un belén laico en estas fechas.

Los mal pensados podrían imaginar que lo hace para dar carta de naturaleza a eso de la Navidad descristianizada, demostrar la falta de religiosidad de los españoles, constatar el descenso social de las costumbres cristianas e incluso la falta de fe de los ciudadanos en “eso” que conmemoramos en Navidad.

Para llegar a esas conclusiones a cualquiera se le hubieran ocurrido preguntas mucho más inteligentes -e incluso eficaces para sus intereses- que la que se le ha ocurrido a Tezanos con eso del belén laico. Incluso podría haber preguntado sobre la celebración del solsticio de invierno.

Siempre que responde a las críticas que se hacen a sus fracasos demoscópicos, Tezanos recurre a la profesionalidad de sus encuestas y dice memeces tales como aquello de “hay que ser capaces de canalizar todas las capacidades hacia elementos positivos” o eso tan inteligente de “los odios, a veces, son las coartadas frente a las incertidumbres” o “buscar al falso culpable forma parte de las tradiciones populares”.

Por eso hay que maliciarse que esta lumbrera no va de mala fe con lo del CIS, la pregunta del belén laico y sus reverencias a Sánchez (o sea, Junqueras) sino que simplemente es un cantamañanas de la demoscopia.

Porque  preguntar sobre un pretendido belén laico no es ni tendencioso, ni mal intencionado, ni sesgado, ni ruin, ni mendaz. Es simplemente una gilipollez, muy profesional al corto entender de Tezanos, pero una gilipollez.

 

La carcajada: Dice Montero (la de turismo en Nueva York) sobre las consecuencias de su ley de los “síes”: “Cuando hay un cambio penal profundo, siempre hay un momento de transición”.

(¿Transición de la cárcel a la calle?)

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