Algo huele a podrido en Cataluña. Europa se va de la cisis y se anuncia ‘el impuestazo’

Los ‘meneos’ que desde todas partes se están dando al Estatut de Cataluña, huelen a toma de posiciones, huelen a chantaje, huelen a compadreo, huelen a politiqueo barato, huelen a dejación de responsabilidades y huelen, sobre todo, a…podrido.

Que en el Estatut de Cataluña se esté jugando la política barata del día a día de un gobierno de la Generalitat, cuando menos, escasito de recursos políticos y que políticos amortizados -como es el caso de Carod Rovira- quieran sacar réditos personales por oponerse, cual paladines de dama ofendida, a lo que supuestamente pueda decidir el Constitucional, dice muy poco de la talla política de esos presuntos dirigentes.

Que se empiece a hablar sin el menor sonrojo de ‘pacto’ entre Cataluña y España, de renovar o no renovar ese ‘pacto’ y de que las relaciones España-Cataluña pueden cambiar si lo que dice el alto Tribunal no es del agrado de cuatro políticos en Barcelona, no es muy esperanzador en lo que al Estado de Derecho se refiere.

Ha dicho Ernest Benach, presidente del Parlamento catalán, que si el Estatuto se retoca ‘Cataluña debe dar su opinión’. Faltaría más, pero el problema está en lo que Benach, y todos los que piensan como él, entienden por ‘retoques’. Otros hablan abiertamente de ‘pacto con España’ y, una vez que las cartas están sobre la mesa y bocarriba, la situación del Tribunal Constitucional es, cuando menos, precaria.

Los lodos de los retrasos y de las posturas timoratas han traído estos barros. El ‘aprobaré todo lo que diga el Parlament’ de Rodríguez Zapatero, no es que hayan traído barros, es que son un auténtico lodazal. Y lo peor es que no se ve un arreglo fácil y que la sentencia va a ser discutida desde todos los ángulos y el Estatut que salga va a salir viciado desde el principio.

Pero hay cosas más graves. Mientras aquí discutimos la naturaleza de los galgos o de los podencos, de las escuchas, del gobierno de Camps, del informe Soraya, de las vacaciones pagadas de Rodríguez Zapatero, de los globos sonda de José Blanco y hasta de los bikinis de Fernández de la Vega y de la madre que parió a Leire Pajín que está montando el tiberio en Benidorm, Europa nos adelanta por la izquierda, por la derecha y los ‘países de nuestro entorno’ que tanto gustan de mencionar los ministros de ZP, despegan del suelo de la crisis y abandonan la recesión.

Y con la recesión nos abandonan a nosotros que entramos en deflación y no van a tardar ni un minuto en echarnos los perros y a decir que somos un lastre para la Unión Europea.

Y es que mientras ellos se dedican a a crear infraestructuras, a cambiar mercados y a proporcionar trabajo, nosotros discutimos, no como restar parados, sino como subvencionar a los parados que cada vez son más y, según Corbacho, creciendo.

Corbacho culpa a la banca por su ‘avaricia financiera’ y se limita al recuento de parados y a cómo los va a pagar.

Pues los va a pagar con la revista que Elena Salgado va a pasar a todas las figuras impositivas. O sea que Blanco tenía más razón que un santo y la subida de impuestos está ya en la recámara del BOE esperando el banderazo de salida.

Como diría Rajoy los impuestos subirán o sí. Más o menos. Rajoy, que ha puesto a trabajar a Soraya Sáenz de Santamaría en no se sabe qué, porque ya no sabemos si hay escuchas, si hay denuncias o si Bono va a ir a la boda de Cospedal que es algo que tiene su morbo.

¿Alguien se acuerda del ‘en la próxima legislatura llegaremos al pleno empleo? ¿Alguien se acuerda del autor de la frase?