Se ve, se ve, la fuerza del PCE
Habría que analizar si la noticia es la llegada de Cayo Lara como Coordinador de Izquierda Unida o la penúltima derrota de Llamazares.
Hay quienes piensan que la noticia es la bicefalia, la permanencia del antiguo coordinador en su escaño y averiguar hasta qué punto ese doble liderazgo no va a acabar con la poca presencia de la coalición en la vida política española.
Aunque no haya demasiada asistencia al hemiciclo, lo poco que se cuece en la política española fuera de los ámbitos gubernamentales se cocina en la Carrera de San Jerónimo y Lara, va a notar, desde ya, la soledad de su despacho tan alejado del Parlamento. Y la va a notar aún contando con la colaboración y la disciplina –más que dudosa de Gaspar Llamazares.
En cualquier caso, el problema de Izquierda Unida viene de muy atrás y la nueva presencia del Partido Comunista en los puestos de decisión no va a contribuir a solucionarlo, por la sencilla razón de que la sociedad actual no está para arengas más o menos marxistas.
La izquierda moderna no pasa por el PCE. Posiblemente tampoco pase por la crítica al capitalismo –ahora es demasiado facilito- ni mucho menos por las amenazas de huelga general.
La izquierda moderna pasa por soluciones alternativas al capitalismo, por unos planteamientos reivindicativos acordes con los que se puede plantear la sociedad actual y sobre todo por una atención muy enfocada a las nuevas generaciones y a sus aspiraciones.
Es muy dudoso que un Partido Comunista de corte decimonónico, esté en condiciones de atender esos frentes y es más dudoso aún que la nueva Izquierda Unida de Cayo Lara, permanezca unida, tal y como se ha planteado la sucesión, durante mucho tiempo.
La presencia de Llamazares -derrotado también en la batalla sucesoria- en el Congreso, como portavoz de alguien que no cree en él y en el que él tampoco cree, va a ser un elemento distorsionador evidente.
Trabajo le queda al nuevo coordinador general de Izquierda Unida y la incógnita no está tanto en sus capacidades sino en los mimbres con los que va a contar y si esos mimbres están dispuestos a integrarse en el cesto que el quiera diseñar.
