Escocia votará hoy “no” a la independencia

            Con una buena dosis de sorna, alguien afirmó que un buen periodista es el que prevé lo que va a suceder, y si no sucede sabe dar las razones por las que no ha sucedido. Es lo mismo que se afirma de los políticos. En definitiva, se afirma que lo que se valora, en realidad, es la dialéctica, los recursos para explicar cuanto sucede, aunque difiera de los pronósticos.

            Pienso que hoy Escocia votará “no” a la independencia de Gran Bretaña. A favor de mi opinión están los sondeos, que dan un estrecho margen de victoria al “no”. Pero los sondeos, como se han comprobado en tantas ocasiones, son indicios, no anticipo de una votación real, y bien pudiera suceder otra cosa.

            Sin embargo, Escocia elegirá seguir unida, porque le interesa, en muchos sentidos, y no es baladí el coste económico y financiero que le supondría, como ya han anunciado diversos bancos y empresas ubicadas en Escocia. El voto pragmático ser impondrá al emocional.

            De todas formas, con este referéndum Escocia logrará beneficios por parte de Londres, que ha ido comprobando que la independencia perjudicaría a ambos. En este sentido, Escocia habrá “ganado” tras el referéndum, y Londres tendrá que revisar muchas cosas, para evitar que el apoyo secesionista vaya en aumento.

            A veces, lo coloquial refleja un sentimiento más real de lo que parece. Un ejemplo es el tenista Murray, escocés. Como me decía un español que reside en Londres desde hace años, en los medios de comunicación británicos se dice cuando gana Murray que “ha ganado el británico Murray”, y cuando pierde que “ha perdido el escocés Murray”. Puede ser un botón de muestra del humor británico, pero el humor y el deporte suelen expresar muchos sentimientos arraigados.

            Como siempre, la opinión pública se genera a través de diversos cauces, de modo especial mediante los medios de comunicación. También los medios de comunicación británicos, por tanto, tendrán que revisar su “mofa” o “desprecio” – más frecuente de lo que nos parece- hacia Escocia.

            Y, por supuesto, comparar lo que está sucediendo en Escocia con Cataluña no tiene sentido. Por historia – nunca Cataluña ha sido un país independiente- y  por respeto y serenidad con que se ha gestado el referéndum escocés. En Escocia hay un marco legal que permite este referéndum, se ha trabajado bilateralmente durante 8 años, y la “locura” independentista de Artur Mas sólo tiene una explicación: esconder sus propios problemas económicos y políticos, bajo el grito de “Madrid nos roba” o “España se aprovecha de nosotros”. Vamos, nada que ver.