Otro hito del Villarreal

Fernando Roig, presidente del Villarreal C.F., ha renunciado a percibir subvenciones públicas. En un país en que casi el único modo de acometer iniciativas es a base de subvenciones, alegra una noticia así: me sumo a una economía y cultura del mérito y del esfuerzo, de proyectos financiados por sus impulsores o propietarios, no de la subvención como llave decisiva. También en el caso de partidos políticos y sindicatos. Sé que no gano muchos amigos con estas afirmaciones, pero lo he defendido siempre: menos peso público, más sociedad civil.

Roig anunció su decisión de no percibir subvenciones públicas porque "hay gente que necesita más", y supone dejar de ingresar 3 millones de euros esta liga más 2 millones de euros que le adeudaban las instituciones públicas. El comentario fácil es: "Roig tiene capacidad económica para permitirse esa decisión". Sin embargo, otros dirigentes –no sólo deportivos- tienen esa capacidad y no tienen la grandeza de miras, la solidaridad, que supone esta decisión. Ojalá todos los equipos pudieran decir que no tienen deudas con Hacienda, y el Villarreal no las tiene: la primera solidaridad es gestionar con profesionalidad y pagando a jugadores y Hacienda lo establecido.

En el acto en que el presidente del Villarreal comunicó esta decisión estaban presentes la Consellera de Turismo, Cultura y Deporte, Lola Johnson, y el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner. Como es lógico, agradecieron este ahorro para la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón, y Moliner no ahorró elogios: "una acción valiente del Villarreal", dijo, y un club ejemplar "tanto en el césped como en los despachos".

El Villarreal ha dado muchas alegrías deportivas en Primera, y ahora lucha por regresar. No ha de confiarse. He asistido a varios partidos en El Madrigal estos meses, y el equipo debe rendir más, porque no se asciende ni por historia ni por lecciones sociales. Tampoco la afición debe rehuir la responsabilidad que le corresponde, de apoyar y animar más al equipo: una cosa es la corrección y otra la frialdad en una competición deportiva. Los aficionados deben tomar nota de que "el Villarreal debe ser lo que sus aficionados y su potencial le permitan ser", dicho por el propio Fernando Roig, que no da puntada sin hilo. Él pone cabeza, corazón, tiempo y dinero; la afición puede y debe hacer más.

 
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