Julia Otero, mujeres y Vox

Julia Otero.
Julia Otero.

La periodista Julia Otero goza de un merecido prestigio. Ha destacado en radio y televisión, y muchas veces seguir sus entrevistas ha sido y es un periodismo profundo, valiente, incisivo, ameno.

Se le presenta como feminista. Si se consulta el Diccionario de la Academia de la Lengua, “feminismo” se define como “movimiento político y social, una teoría política y una perspectiva filosófica que postula el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre”. Es el feminismo que defiende Vox.

Me parece que a esa definición de feminismo nos unimos la mayoría de personas, para que la mujer no esté en inferioridad de condiciones, ni en la teoría ni en la práctica: mucho se ha mejorado, y mucho falta por mejorar, sobre todo en la práctica.

El feminismo que en ocasiones se preconiza ahora es de otra índole, con vinculaciones a la ideología de género, en un tono de “ahora nos toca a las mujeres, los hombres siguen anclados en el machismo sistemático, y ser mujer es una opción, que además se puede revertir”. Con ese galimatías, se genera un feminismo de enfrentamiento contra el hombre, no de búsqueda de igualdad, sino de supremacía sobre el hombre.

Julia Otero busca la crítica libre e intentando razonar, o lo ha pretendido siempre, por lo que en esta ocasión en que se ha pronunciado sobre el voto de las mujeres a Vox ha descarrilado, en mi opinión, en el terreno profesional y personal de falta de respeto a las mujeres que votan a Vox. 

Ya decían los antiguos que equivocarse es humano, por lo que Julia leerá con gusto estas líneas; rectificar, también.

En la entrevista de ‘Lo de Évole’, otro excelente entrevistador como Jordi Évole fue exprimiéndole con habilidad. Ahora bien: no es de recibo que Julia Otero descalificara a las mujeres que votan a Vox, con el comentario capcioso de que “cada uno es libre de votar a quien quiera”, para decir que “la única condición es tener toda la información, eso me parece fundamental, tener educación y tener instrucción. Es decir, tener formación, leer, saber, tener actitud crítica”. 

Apuntando a la yugular demagógica, Julia dijo de Vox que  “si pudieran nos meterían en casa a las mujeres”. “Que miren bien el programa” de Vox, fue su consejo. Julia: de periodista a periodista, fuiste demagoga, poco rigurosa y hasta insultante. Pedir perdón te honraría, en el segundo programa: te defines de izquierdas, te pedimos que seas periodista, y muy libre en lo personal, siendo precisa y rigurosa.

Calificar a las mujeres que votan a Vox como de poco informadas, con escasa educación e instrucción,  y sin capacidad crítica, es un grave error, y probablemente genera en las mujeres una reacción contraria a la que pretende Julia.

 

No me atrevo a decir qué diputadas están más preparadas, si las de Podemos, las del PSOE, las del PP o las de Vox, pero es probable que nos vengan nombres de diputadas de la formación de Santiago Abascal con gran preparación, experiencia profesional – que no tienen, o apenas, otras muchas diputadas de otros partidos – y solidez intelectual. Y tampoco califico a las votantes de cada partido: en todos los casos hay mujeres muy preparadas.

Respeto  a Vox y a sus votantes. No es cierto que vaya contra las mujeres. Destaca la igualdad de hombre y mujer, sin considerar al hombre como “sospechoso” y hasta “culpable” por el hecho de ser hombre, como llegan a afirmar ciertos feminismos radicales.

La Ley de Violencia de Género es muy mejorable: no solo Vox lo defiende. Se quiere presentar como dogma una concepción feminista de enfrentamiento contra el hombre y descalificar a quien tenga alguna discrepancia.  Rigor, Julia: no lo pierdas.

Flaco servicio al feminismo hacen quienes quieren adaptarlo a su ideología o su modo de pensar, tergiversando o imponiendo a los demás una acepción concreta. A veces se habla de “feminazis”, y es que puede existir un totalitarismo en esta cuestión, como cuando se identifica feminismo con aborto, como si fuera un derecho.

El feminismo requiere sumar, aportar enfoques y medidas que favorezcan la dignidad y la igualdad de la mujer. Por supuesto, Julia Otero puede aportar mucho, si se quita la “venda” que parece tener, reflexiona y respeta a las mujeres…también a las que votan a Vox, que no necesitan ni quieren la aprobación o el permiso de ninguna mujer para elegir su voto, ni de ningún hombre.

Curiosamente, en el programa de Vox se lee: “…No les decimos a los españoles cómo tienen que pensar, hablar o sentir, les decimos a los medios y a los partidos que dejen de imponer sus creencias a la sociedad”, “Nuestro proyecto se resume en la defensa de España, de la familia y de la vida; en reducir el tamaño del Estado, garantizar la igualdad entre los españoles…”.

Ni pertenezco ahora a ningún partido político ni he pertenecido. Tampoco creo que lo haga en el futuro. Prefiero la independencia como periodista, que no se define como de izquierdas ni de derechas. Sin embargo, me resulta llamativo que se intente “demonizar” a Vox, sin atenerse a su programa, a la realidad de sus líderes ¿no será porque defiende unos principios que no son compartidos por la izquierda, como la familia, la vida, la igualdad, o simplemente porque se quiere impedir gobiernos PP-Vox? Piensa, Julia, piensa, sin hipotecas.

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