Las rectificaciones de Rajoy
Al observar el caótico escenario de Grecia tras las elecciones, sobran comentarios acerca de la necesidad de que Grecia –ya hace tiempo- hubiera dejado de pertenecer a la UE. Grecia, un país que ha engañado reiteradamente a la UE con sus cifras económicas, y que parece incapaz de asumir en la práctica su responsabilidad, incluso en unas elecciones generales.
También ZP nos ha engañado reiteradamente en estos años, y su engaño de despedida fue de 26.000 millones de euros. Curiosamente, cuando Rajoy desveló semejante agujero, no faltaron voces que le acusaron de engordar el déficit para poder ponerse la medalla de que había logrado una mejora en España. Y, por desgracia, la cifra es cierta.
En España ha habido una apuesta mayoritaria por un gobierno del PP, y Rajoy está gobernando, en una situación que más bien parece un “campo de minas”, por la propia situación económica y laboral, por falta de apoyo del PSOE en cuestiones claves, por unos sindicatos mayoritarios que defienden sus prebendas y no a los trabajadores, y también por diversos errores de fondo y de forma del PP. Pero a mí no me inquieta que Rajoy haya dicho que tomará las medidas que estime oportunas aunque haya dicho antes que no pensaba tomarlas: rectificar con decisión y agilidad no es incoherencia, si no se cae en la improvisación zapateril. Gobernar en una tormenta como la actual es imposible sin maniobras rápidas y achicando agua. ¿No quedamos que es de sabios rectificar?
El Gobierno ha trazado la senda recortes-reformas-crecimiento. Estamos en la primera fase, y empezando la segunda. Pero ya en la fase de recortes el Gobierno debía haber empezado por recortar salarios y privilegios de ciertos políticos. Y habiendo empezado por recortar sueldos de los políticos, asesores, complementos y dietas, se echa en falta una mejor comunicación de esas medidas en los casos en que se han tomado. Hay indignación ciudadana; internet es un “hervidero” de informaciones, a veces parciales o deformadas, pero que revelan un malestar generalizado, por ejemplo en el caso de los diputados en el Congreso. Urge que a los ciudadanos llegue con claridad la información de los ajustes a los políticos, número y remuneración de los asesores, así como cualquier tipo de remuneración. Es el primer peldaño, no uno más.
El crecimiento se verá favorecido por la decisión del Gobierno en adoptar reformas: es un claro factor psicológico para generar confianza. Aumentar el gasto público no saca de la recesión. Para crecer, es preciso llevar a cabo con orden y acierto los recortes y las reformas, con constancia. Y una dosis de capacidad de rectificar los errores: Rajoy ha acometido finalmente la situación en RTVE, tras mucho tiempo –con la sorpresa de todos- de considerar que se trataba de un asunto menor. Un gallego que demuestre determinación y sepa rectificar, comunicando bien sus decisiones, hará posible que salgamos del túnel más bien pronto que tarde.
