Guerra entre los editores de prensa por el quiosco digital

El 40% de la población se conecta a diario a Internet. El 70% de los internautas entran en la red para buscar información. En España el 38% de los móviles ya son smartphones. El 68% usa el iPad al menos una hora al día.

Avalado por estos datos, esta semana se presentó en Madrid el segundo gran quiosco digital: Kyoskoymas.com, la plataforma de pago para tabletas y móviles que ha logrado unir a Vocento (ABC y su prensa regional), a Prisa (El País, Cinco Días, As), a Zeta (El Periódico, Tiempo, Interviú), a Godó (La Vanguardia), a Intereconomía (La Gaceta), a Público, al Heraldo, a La Voz de Galicia, al Diario de Navarra, a Última Hora y a las revistas de Axel Springer y RBA.

Los editores consideran que el futuro de sus cabeceras pasa por estar presentes en Internet y cobrar por el acceso a sus periódicos. Pedro J. Ramírez fue pionero y a inicios de 2010 lanzó Orbyt.es, la plataforma de Unidad Editorial en la que ya participa La Razón, las revistas del grupo Hachette y también Zeta, que ha decidido estar presente en ambos quioscos.

Las dos iniciativas compiten en sus precios. Kioskoymas nace con un coste de 0,79 euros por ejemplar y una suscripción mensual de 9,99 euros. Orbyt cobra lo mismo por cada número pero pide 14,99 euros al mes.

Este pulso entre grupos de comunicación, que se está librando estos meses, esconde algunos hechos menos conocidos.

Por ejemplo, hay siete diarios iberoamericanos y tres europeos que han mostrado interés por la plataforma de Vocento y Prisa. Tras las conversaciones mantenidas recientemente, han reconocido que no descartan adherirse al proyecto en los próximos meses.

El enfado de Cebrián por una indiscreción

Juan Luis Cebrián se enfadó hace un par de meses con su homólogo en Vocento, José Manuel Vargas. Resulta que el plan del Grupo Prisa era llevar toda esta operación en secreto para lograr que el impacto del anuncio fuera el mayor posible. Se llegó a firmar incluso una cláusula de confidencialidad entre las compañías. Pero todo fue en vano.

El pasado mes de abril, Vargas anunció en la junta de accionistas de su grupo que la apuesta por el quiosco digital era el futuro y en ello estaban. Levantó la liebre y algunas personas comenzaron a hacer preguntas. Al CEO de Prisa hubo que calmarlo.

 

La ‘traición’ de Roures

Otro dato apenas conocido tiene que ver con los empresarios que iban a participar inicialmente en cada proyecto. Al parecer, Jaume Roures ha dejado en la estacada a José Manuel Lara y a Pedro J. Ramírez.

Efectivamente, el diario Público negoció inicialmente con los promotores de Orbyt gracias a las gestiones realizadas personalmente por el presidente del Grupo Planeta, amigo del empresario catalán. Hubo reuniones y un principio de acuerdo. Sin embargo, en el último momento, Roures decidió sumarse a la iniciativa de kyoskoymas.

No valen lo mismo

-- El coste que supone cada plataforma para los grupos editores no es el mismo. Unidad Editorial cobra un fijo al año al Grupo Planeta, Zeta y Hachette por el uso de Orbyt. Con ese dinero, los creadores de la plataforma van amortizando su coste. Es un acuerdo flexible para los recién llegados porque para desvincularse del proyecto basta con darse de baja.

Sin embargo, no sucede lo mismo en kyoskoymas. El proyecto que lideran Vocento y Prisa está diseñado de tal forma que los grupos que participan inicialmente en el lanzamiento de la plataforma se convierten en accionistas. Es decir, deben compartir los gastos de la creación del soporte técnico que va a permitir acceder a los periódicos desde los terminales.

Según los cálculos de quienes conocen en profundidad ambas plataformas, la inversión que exigen Vocento y Prisa es tres o cuatro veces superior al fijo que pide Unidad Editorial.

Dudas sobre la viabilidad de estas plataformas

La guerra está servida. Un nuevo pulso entre editores de prensa que presenta, no obstante, algunos interrogantes. Para empezar, experiencias similares que se han puesto en marcha en otros países no han funcionado.

El magnate Rupert Murdoch lanzó hace un año el llamado Proyecto Alesia. Se trataba de un quiosco digital que iba a unir a algunos editores de habla inglesa. El dueño de The Times y de The Wall Street Journal fracasó: el pasado mes de octubre congeló su plan, tras invertir unos 30 millones de dólares y comprobar la tibia acogida del público.

El pasado mes de noviembre nació e-Presse Premium en Francia, una plataforma liderada por los principales diarios galos: L’Équipe, Le Figaro, Libération, Le Parisien, Les Échos y revistas como L’Express , Le Point y Le Nouvel Observateur. Sólo falta Le Monde. Está por ver se logran los suscriptores esperados.

La otra opción: un agregador

En otros países se ha optado por algo diferente: un agregador de noticias preparado para webs, móviles y tabletas digitales. Es el caso de Ongo, la plataforma lanzada el pasado mes de enero en Estados Unidos por el grupo Gannett, The New York Times Company y The Washington Post Company.

La idea de estos editores ha sido crear una web que ofrece las últimas noticias de las principales fuentes informativas de estas empresas: Associated Press, el Financial Times, New York Times Selecciones, USA Today y todos los contenidos originales de la edición impresa del Washington Post. El coste mensual por el acceso a estas noticias es de 6,99 dólares al mes.

Cada uno ha realizado su apuesta. Veremos en qué queda este nuevo pulso entre los grandes editores españoles.

Twitter: @javierfumero

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