Quién está enredando desde Bruselas
La agencia de noticias Reuters difundió el pasado viernes un teletipo en el que afirmaba que el Gobierno estudia congelar pensiones y acelerar la subida de la edad de jubilación a los 67 años para cumplir las condiciones impuestas ante un nuevo ‘rescate’. No es verdad.
El Ejecutivo español salió en tromba, ese mismo día, a desmentir la noticia señalando que se trataba de una patraña, que su intención es incluso subirlas.
Lo considero un hecho de extrema gravedad. Por dos motivos.
Primero porque se trata de un tema lo suficientemente delicado como para evitar cualquier nota frívola al respecto, como para lanzarse a difundir un hecho no lo suficientemente contrastado.
Segundo, y lo más grave de todo, porque no se trata del primer ‘patinazo’ de Reuters. Lo que hace pensar ya en una oscura maniobra con intenciones torticeras.
Hay que recordar los comprometidísimos precedentes que se acumulan desde hace unos meses con esta agencia de noticias y sus informaciones sobre España. Algunos ejemplos:
-- El pasado 14 de febrero Reuters lanzó una gravísima acusación: “España infló las cifras del déficit en 2011” para así tener un margen más amplio de mejora en 2012. La propia Comisión Europea salió a negar que tuviera la más mínima sospecha sobre el particular. Pero mes y medio después se pudo comprobar, con las cifras reales en la mano, que no era verdad.
-- En marzo de este año, citando como siempre una fuente anónima, Reuters volvió a la carga y arremetió personalmente contra Mariano Rajoy afirmando que tiene “una barba desaliñada” y un “inglés limitado”.
-- El pasado mes de julio, la agencia británica echó más leña al fuego: calificó de “torpe” al presidente del Gobierno y aseguró que España iba a ser intervenida. Falso.
-- Unas semanas más tarde, se produjo otra andanada en forma de teletipo firmado por Reuters: “España está discutiendo un plan de rescate total”, de 300.000 millones de euros. Tampoco era cierto, como se ha demostrado.
-- El último episodio, como digo, se produjo el viernes pasado con el asunto de las pensiones.
Llegados a este punto, convendría empezar a preguntarse quién es la mano que mece la cuna de esta campaña de intoxicación que perjudica a España y a los españoles. Un error puede cometerlo cualquiera pero aquí hablamos de un sistemático empeño en confundir (a los mercados, a los inversores, a los países del euro) con trapisondas y mentiras.
Va siendo hora de desenmascarar al que está enredando desde Bruselas.
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