La venganza de Baltasar Garzón se sirve fría

Las cosas se han hecho con total pulcritud, como debe ser. Es decir, midiendo bien los tiempos procesales.

Así, justo unas horas antes de que el ex juez Baltasar Garzón presentara un recurso ante el Tribunal Constitucional por su inhabilitación, su amigo y abogado Gómez Benítez decidió abrir la caja de los truenos: presentó ante la Fiscalía General del Estado una denuncia contra Carlos Dívar, presidente del Consejo General del Poder Judicial, por supuesta malversación de 5.658 euros gastados en seis viajes que realizó en fines de semana a Marbella (Málaga).

El caso ha llamado mucho la atención en ámbitos judiciales. Por varios motivos. En primer lugar, por el modo en el que se ha hecho público: con la escandalera mediática que suele acompañar a cualquier filtración informativa, en este caso a través del diario El País.

Además, un hecho así es inaudito. Sucesos de esta índole se suelen plantear en la Comisión Presupuestaria del CGPJ, o llevar directamente a la Permanente. Gómez Benítez no ha comunicado nada ni al Pleno ni al Consejo.

Se da, además, la paradoja de que Gómez Benítez ha podido acceder a estos datos de gastos gracias a la política de transparencia inaugurada por Carlos Dívar en el CGPJ. La institución se está sometiendo a la primera auditoría realizada por el Tribunal de Cuentas a un órgano constitucional del Estado.

De esto modo, Gómez Benítez ha podido acceder a toda la información de los viajes del presidente. Es extraño que, promoviendo esta iniciativa, Dívar tenga algo que ocultar. Pero esto ya se verá.

Me cuentan también, en fuentes cercanas al CGPJ, que Gómez Benítez es persona de difícil trato personal. Tanto que se encuentra enfrentado incluso a sus compañeros más afines ideológicamente.

Fue uno de los interlocutores del Gobierno Zapatero con ETA, según apareció en los documentos incautados a la banda terrorista, y hombre de confianza de Alfredo Pérez Rubalcaba, el entonces ministro del Interior.

Pero lo realmente inquietante de este asunto es lo que no se cuenta. Al parecer, en el propio consejo se cree que Gómez Benítez no ha utilizado aún toda su munición. Habría diseñado una estrategia para manchar gravemente el nombre de Carlos Dívar, con alusiones incluso a su integridad personal y a su vida privada.

 

Veremos.

Por lo pronto se va a cumplir la predicción realizada por el diario El País el día en el que Carlos Dívar fue elegido presidente. El artículo llevaba por título ‘Un cordero entre los lobos’ y terminaba así:

-- “Ahora le espera un Consejo y un Supremo llenos de lobos. Un cordero entre las fieras. Muchos piensan que se lo van a comer”.

Parece que en ello están.

Más en twitter: @javierfumero

Comentarios